Pues ya está aquí otra de las citas indispensables del año en HBO. Basada en la novela de Matt Ruff de 2016, la producción de Jordan Peele y J.J. Abrams es un lujoso catálogo de situaciones extraordinarias a lo largo de un viaje en busca del padre perdido de su protagonista. Hemos podido ver la mitad de la temporada de 'Territorio Lovecraft', pero al no tener más que el episodio piloto completo en ese momento, basaremos esta crítica en su espectacular inicio.
La aventura del año
El siempre interesante Yann Demange ('White Boy Rick', '71') se encarga del piloto de 'Territorio Lovecraft', serie creada por Peele y Misha Green (que ahora se encuentra en proceso de resucitar 'Cleopatra Jones') y que desde sus primeros minutos sabe adaptar el material a una audiencia multitudinaria que necesita saber por dónde transita este vehículo. Reivindicativo, puesto que nos encontramos en los Estados Unidos de América menos unidos históricamente, novela y serie demuestran que solo hay un monstruo más aterrador que el mismísimo Cthulhu: el racismo.
Afortunadamente para todos, esto no es una nueva edición ampliada ni mejorada de ningún 'Green Book', y el resultado es una adaptación ideal de una novela que se movía alegremente entre lo potencialmente adaptable y la misión imposible. Sí, lo sé, el episodio piloto de una serie no es nunca el más adecuado para hacer una valoración general, pero que me aspen si lo que vemos a lo largo de sus casi setenta minutos no es exactamente lo que imaginamos al leer el libro.
Tras el éxito de 'Watchmen', HBO vuelve a señalar el racismo como el origen de todos los males, pero en esta ocasión los tentáculos ocuparán una parte más importante del metraje. 'Territorio Lovecraft' cuenta la historia de Atticus Freeman (Jonathan Majors) alrededor de un viaje por carretera a través de la América de los 50 en busca de su padre desaparecido (Michael Kenneth Williams). Acompañado de su amiga Letitia (Jurnee Smollett-Bell) y su tío George (Courtney B. Vance), lo que empieza siendo un viaje familiar se concertirá en una lucha por la supervivencia a través de los terrores racistas de esa América supremacista y unos monstruos que bien podrían haber salido de las páginas de cualquier libro de Lovecraft.
El monstruo del racismo
Cada cierto tiempo necesitamos, como sociedad polemista que somos, recordar hechos del pasado que poco o nada tienen que ver con lo que necesitamos escuchar en un momento determinado. El racismo de H.P. Lovecraft es uno de esos que cada x años (como el Creeper), vuelve de la tumba para recordarnos que el autor de Providence no tenía mucho aprecio por razas diferentes a la suya, pertenezcan o no a su mismo mundo.
Nuestra permanante incapaciad o dificultad para separar obra y autor llegaba, gracias a la novela de Ruff antes y ahora con la serie de Abrams y Peele, a un nuevo nivel de ajuste de cuentas. Es el momento de terminar con ciertos monstruos y criaturas. Y si pueden devorarse y consumirse en el infinito plano dimensional ajeno al nuestro, muchísimo mejor. Así, su reivindicativo y poderoso mensaje se amplifica de manera monstruosa, lejos de perder fuerza o veracidad al rodearse de puro género fantástico.
El primer gran acierto de la serie está en su casting. Jonathan Majors, Jurnee Smollett y Courtney B. Vance forman un tridente espectacular rebosante de carisma. Por su parte, Abbey Lee, que se está especializando en dejar huella en los proyectos más bizarros y/o atractivos de la década ('Mad Max: furia en la carretera', 'The Neon Demon', 'Dioses de Egipto'), ofrece un contraste arrebatador dentro del nuevo mundo donde nuestros protagonistas se adentran poco a poco.
'Territorio Lovecraft' es un éxito, será una de las revelaciones de la temporada y tiene todo lo que hizo grandes a sus grandes nombres detrás de la pantalla. La reivindicación racial siempre presente en los largometrajes de Jordan Peele y el gusto por el gran espectáculo evasivo de J.J. Abrams han encontrado un territorio ideal para dar rienda suelta al sentido de la maravilla. Nosotros, a reflexionar disfrutando.
Via:espinof
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