Sitges 2020: 'Malnazidos'. Una aventura bélica excepcional con golpistas, republicanos... y toneladas de muertos vivientes
Dejando a un lado la inmensa calidad que atesoran títulos como ‘Libertarias’, ‘Las bicicletas son para el verano’ o la maravillosa ‘La lengua de las mariposas’, y excepciones como ‘El laberinto del Fauno’ aparte, no puede negarse que en este tipo de largometrajes siempre ha predominado un —comprensible— exceso de gravedad tonal y discursiva. Una tónica con la que Javier Ruiz Caldera y Alberto de Toro han roto por completo en la genial ‘Malnazidos’.
Añadiendo una buena ración de muertos vivientes al conflicto bélico, el dúo de directores han acertado de pleno adaptando la novela ‘Noche de difuntos del 38’ de Manuel Martín Ferreras; ofreciendo una aventura cargada de humor, acción y personajes redondos que, además de mostrar auténtica devoción por el género, vuelve a demostrar la inmensa calidad latente en el cine fantástico español.
Acción, comedia y acidez
He de reconocer que antes de entregarme a los múltiples placeres que me ha terminado regalando ‘Malnazidos’, tenía no pocas reticencias hacia ella; centradas principalmente en la participación de Mediaset y en el anterior trabajo de Ruiz Caldera ‘Superlópez’, con el que no comulgué en absoluto. Por suerte, estos temores se disiparon rápidamente al comprobar que la película posee una libertad inusitada tratándose de un filme del estudio mencionado, probablemente impulsada por el potente material original.
El otro factor que me espinaba, como alguien bastante comprometido con el tema, se centraba en la perspectiva sobre la Guerra Civil que pudiese ofrecer la cinta, pero la satisfacción al respecto no podría haber sido mayor. A pesar de no evitar caer en ciertos maniqueísmos equidistantes, ‘Malnazidos’ capea el temporal al limitarse inteligentemente al construir personajes redondos que trascienden a su bando en la contienda, y al encender el ventilador para que la sátira salpique a diestro y siniestro —nunca mejor dicho—.
Una vez eliminados estos prejuicios, lo único que queda es un entretenimiento excepcional de poco más de hora y media que funciona como un auténtico tiro en la cabeza a la hora de deshacerse de un no muerto, sobreponiéndose a una estructura narrativa que puede pecar de repetitiva al repetir el esquema de trasladar a los protagonistas del “punto A” al “punto B” para desarrollar una set piece y volver a reiniciar la dinámica.
Si ‘Malnazidos’ se las apaña para convertir este patrón en un cóctel que pasa a toda velocidad por la pantalla, es gracias a la combinación de acción —fantásticamente ejecutada— y una comedia mucho más ácida de lo esperado, a un ritmo endiablado insuflado en la sala de montaje, y a un surtido de combatientes condenados a entenderse, interpretados por un reparto en estado de gracia —fantástico Miki Esparbé—, y con una dinámica que recuerda a esos grupos imposibles de supervivientes propios del cine de John Carpenter.
Aunque, más allá de todas las bondades mencionadas, puede que el mayor logro que alcanza ‘Malnazidos’ es el de abrazar sin prejuicios ni preocupaciones a todo tipo de espectadores y ofrecerles cobijo bajo un mismo techo —el de una sala de cine— para disfrutar de un festín zombi de primerísima calidad sin importar el color de su bandera en medio de un ambiente político más crispado de lo deseable. Genial.
Via:espinof
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