'Héroes: Silencio y rock & roll': Netflix estrena un imprescindible y honesto relato sobre la fragilidad de la amistad cuando estás en lo más alto
Te gusten más o menos, Héroes del silencio habrá formado parte de algún momento de tu vida. Seguramente de más de uno y de dos. Ahora su colaborador habitual, Alexis Morante, presenta un documental que hará las delicias de veteranos fans de Héroes y tonteará con la curiosidad de los nuevos fans potenciales de una de las bandas más legendarias de nuestro panorama musical. Tal vez por la necesidad que tenemos de volver a sentirnos vivos, 'Héroes: Silencio y rock & roll' se antoja como un documental indispensable ahora mismo.
Honestidad brutal
Con una asombrosa cantidad de imágenes de archivo que nos devuelven a un pasado mejor (o al menos sin pademias) y con un montón de rostros populares y lugares felices (Tocata, por ejemplo), el documental recorre en estricto orden cronológico la vida y milagros de la formación aragonesa más popular de todos los tiempos. Desde aquella desconocida (para los foráneos) movida maña hasta la faraónica separación en suelo estadounidense, 'Héroes: Silencio y rock & roll' es, como la banda, una rara avis dentro de nuestro panorama documental. Porque tampoco tenemos tantas figuras con semejante historia que contar al gran público.
El excelente documental de Morante, veterano ya en estas lindes ('Camarón: Flamenco y revolución' o 'SANZ: lo que fui es lo que soy') resume en apenas noventa minutos la odisea que este grupo de amigos experimentó entre 1984 y 1996, apenas doce años de existencia que se antojan 25, igual que sus cuatro discos pesan como si fueran 14. Esa es una de las grandes virtudes de la banda: se hicieron gigantescos desde lo más abajo posible. Como los mejores trabajos del género, el documental cuenta la historia a través de sus protagonistas. Los cuatro miembros de la banda, cinco incluyendo a Alan Boguslavsky, narran las vivencias, las alegrías y las penas con la ayuda de Ignacio “Pito” Cubillas (ex-manager) o Phil Manzanera, tal vez el verdadero artífice del éxito de la banda junto a las ganas de comerse el mundo de los cuatro jóvenes.
Se agradece la sinceridad de los miembros de la banda, que no se cortan a la hora de reconocer errores, viajes lisérgicos y odiseas vividas por el camino. Vida y muerte, risas y lágrimas, salud y enfermedad alrededor del mundo se dan cita en un documental que no necesita reformular la narrativa convencional para ofrecer un relato lucido, ameno y clarificador. Es casi estremecedor comprobar que los propios músicos piensan prácticamente lo mismo que tú y que yo de su trabajo y legado, lo que los pone de alguna manera a la misma altura que los espectadores, algo que siempre es bien recibido.
Parasiempre
Creo que es importante recalcar que no necesitas ser fan de Héroes del silencio para disfrutar del documental. Yo nunca lo fui. Su debut sonaba con una limpieza molesta, un sonido que puede funcionar en la discografía de Emilio Aragón pero no en la de unos melenudos con aspecto de nuevos románticos. A pesar del éxito de su siguiente disco, Héroes del silencio eran casi más motivo de broma que otra cosa. Entre nosotros y también entre una prensa especializada nacional que también se lleva lo suyo aquí.
Uno de los momentos cruciales de la banda y del documental fue la aparición del veterano productor Phil Manzanera, que supo leer qué era lo que necesitaban estos chavales: que las canciones de sus discos sonaran como lo hacían en sus conciertos. Con Manzanera llegaron Senderos de traición, un disco clave en nuestro rock, y El espíritu del vino, tal vez el disco que mejor reflejaba lo que pasaba entre las paredes de esa casa. Un caótico collage lleno de influencias e inspiraciones variadas y, como el propio Bunbury reconoce en el documental, "un disco doble cuando no teníamos suficientes canciones". Un caos altamente enriquecedor.
Es digno de alabanza que sean los propios protagonistas los que reconozcan todo sin pelos en la lengua en un documental donde una impresionante bruma de tristeza se apodera del relato.
El trabajo de documentación es impresionante y durante sus primeros
quince minutos apuesta fuerte por una nostalgia y una melancolía que
ríete tú de 'El año del descubrimiento'.
Siempre decimos que es importante separar obra y autor, y aunque el
líder de la banda nunca lo pone fácil, al final a los Héroes les quedó
un repertorio realmente impresionante.
Via:espinof
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