Este domingo 25 de abril se anunciarán los ganadores de los Óscar 2021, una edición de lo más atípica como consecuencia de un año de cine muy marcado por los retrasos provocados por el coronavirus. Sin embargo, hay bastante nivel entre las aspirantes y a continuación voy a repasar de peor a mejor las ocho nominadas a mejor película según mi opinión personal, aunque en esta ocasión quizá sería más acertado hablar de menos buena en lugar de peor...
'El juicio de los 7 de Chicago'
El segundo largometraje de Aaron Sorkin se apoya en un guion en la línea de lo esperado por su responsable y el gran trabajo de su amplio reparto. Por desgracia, tras las cámaras se nota que no hay alguien con la experiencia suficiente para exprimir a fondo este material, ya que se siente más funcional que otra cosa, incapaz de realmente elevar la historia real más allá de la fuerza que tiene ya en sí misma.
'Mank'
Aquí es el guion lo que realmente no termina de estar a la altura. Entiendo que David Fincher, que vuelve a bordarlo en lo referente a la puesta en escena, quisiera hacer realidad el libreto de su padre, pero ahí la película quiere abarcar demasiado y pierde brillo, algo que se va pronunciando a medida que pasa el tiempo desde su visionado. Por suerte, también tenemos a un extraordinario Gary Oldman para matizar ese punto flaco de 'Mank'.
'Una joven prometedora'
Un giro de tuerca al cine Rape & Revenge en la era del #MeToo. Personalmente, creo que lo mejor de la función lo encontramos en una acertadísima Carey Mulligan en el papel principal y agradezco lo juguetona que puede llegar a ser, pareciendo a menudo algo que no acaba siendo. Eso sí, hay sobre todo un detalle del guion de Emerald Fennell que me saca un poco de la película.
'Nomadland'
La gran favorita al Óscar desde hace meses que mantiene la apuesta formal de Chloé Zhao en la superior 'The Rider' para explorar la vida de esa gente sin un hogar fijo que ha desconectado del modo de vida imperante. En ella sobresale el trabajo de una estupenda Frances McDormand, auténtico eje de un relato mínimo que se basa más en las sensaciones que transmite al espectador que en una depurada narrativa.
'El padre'
Una aproximación a una realidad muy extendida de la que rara vez habla el cine: Qué hacer con nuestros mayores cuando ya no son capaces de valerse por sí mismos. Eso sí, aquí el protagonista recae sobre un sensacional Anthony Hopkins como un hombre afectado por el Alzheimer que va desconectándose cada vez más de la realidad. Es cierto que se notan sus orígenes teatrales, pero también que sabe utilizar todos sus ingredientes en busca del mismo objetivo, dejando además mal cuerpo al espectador pero sin llegar nunca a forzar nada, e incluso coqueteando con el thriller.
'Judas y el Mesías negro'
Es cierto que Daniel Kaluuya y Lakeith Stanfield son los que más brillan en la película, pero también que esto podría haber sido un biopic monótono y a la hora de la verdad es el apasionante retrato de una traición por parte de una persona que empieza teniendo las cosas claras para luego acabar desgarrado por la necesidad de dar prioridad a su propia supervivencia. Además, la película equilibra muy bien el protagonismo de ambos, ofreciendo así un retrato mucho más rico de lo que sucedió.
'Minari. Historia de mi familia'
Una historia que parte de lo cotidiano para explorar cómo es la vida de una familia coreana en Estados Unidos, algo que la película sabe aprovechar para conseguir entidad propia en lugar de asemejarse a propuestas similares pero con otras nacionalidades. El creciente elemento dramático está muy bien manejado, sabiendo potenciar su lado más emocional sin recurrir a sobrecargas innecesarias o a traicionar a sus personajes.
'Sound of Metal'
Hay mucho que celebrar en una película que otros años nunca hubiese sido nominada. Desde la excepcional interpretación de Riz Ahmed como un músico que se está quedando sordo, situación que se ve incapaz de aceptar, hasta el gran uso del sonido para ilustrar ese progresivo deterioro del protagonista, pero también de la comunidad de la que forma parte durante el segundo acto de la película.
Habrá quien espere una propuesta mucho más contundente por el tipo de música que toca su protagonista, pero eso no deja de ser un punto de partida que la propia película desmonta viendo cómo es su día a día. De esta forma, la transición del protagonista resulta más fluida, encontrando primero una buena aliada en Olivia Cooke, pero luego un compañero de viaje mucho más estimulante en un sensacional Paul Raci.
Via:Espinof
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