Nuestro inglés favorito, el Tarantino del brexit, el rey de la comedia y los montajes a mil por hora regresa por segunda vez en una semana con la esperada 'Última noche en el Soho', un thriller sobrenatural que ha conquistado a crítica y público, al menos en España.
Edgar Wright siempre en mi equipo
Con mi adorada 'Spaced' y unos primeros cuatro largometrajes inmaculados, Wright se convirtió con facilidad en mi director de cine favorito de los últimos 20 años. Luego empezó a flaquear, pero el crédito se mantiene gracias a su sensacional documental sobre Sparks. Pero vayamos paso a paso y empecemos por la peor película (en realidad la menos buena) de su carrera.
Baby Driver
El gran éxito de Edgar Wright llegó con su trabajo más accesible, inofensivo y, por primera vez, hortera. El revolucionario director de antaño salía despechado de su trabajo en Marvel y se quitó las penas con una película rutinaria que terminó cayendo en gracia al espectador medio. Ese espectador que desconoce el verdadero poder de un buen trabajo del director, hasta entonces, más afinado de nuestros días.
Crítica de 'Baby Driver'.
Última noche en el Soho
Es posible que el director de alguna de tus películas favoritas se encuentre en plena crisis de la mediana edad más que en una creativa, pero cuesta entrar al juego que propone. Cuesta porque partimos de unas circunstancias dadas que visualmente son un poco de peli de tarde, aunque luego ponga la maquinaria a funcionar y ofrezca complejos juegos de composición.
Se lía con el exceso de un metraje compuesto por una sobredosis de carreras londinenses a ninguna parte. Claro que el tipo sabe pegarme a la butaca justo cuando quiero mirar la hora, y eso se agradece, y aunque el cierre no sea del todo satisfactorio y juegue al límite de la vulgaridad por primera vez en su carrera, a ratos consigue que me acuerde de la Amicus o de los Ealing.
Crítica de 'Última noche en el Soho' en Espinof.
A Fistful of Fingers
'A Fistful of Fingers' es un alucinante salón del Far West mucho más agradecido que una mala noche en el Soho. En el debut de Wright hay más riesgo, ganas, sabiduría y personalidad que en sus dos últimos largometrajes. El British Blazing Saddles de Edgar Wright es una comedia realmente divertida a la que no le pesa (demasiado) su amateurismo. A descubrir.
The Sparks Brothers
Edgar Wright conseguía buenos personajes en una película suya, lo que pasa es que en este caso se trata de gente real. Gente real y alucinante. Una gente que nos regala una de las grandes pelis del año a través de su historia.
'The Sparks Brothers' es el trabajo de una vida de un fanboy a la hora de contagiar su entusiasmo.
Crítica de 'The Sparks Brothers'.
Zombies Party (Shaun of the Dead)
La primera obra maestra de Edgar Wright puede ser mi menos favorita. No por agotamiento, porque no se agota. Es porque creo que es su peli más humilde y a mí me gusta Spectorizar todo. Pero qué más dará cuando una comedia es perfecta en su guión y técnicamente irreprochable. Me recuerda a 'El mundo de Wayne' (Wayne's World): te partes de la risa mientras solo puedes admirarla. Bienvenidos a la sección de las cinco estrellas.
Crítica de 'Zombies Party'.
Bienvenidos al fin del mundo
Puede que de primeras, sobre todo hace casi diez años, alguno pudiera haber pensado que el tiempo acabaría jugando en contra de este triunfo de la esencia del ser humano. Si eso es así, se equivocó del todo.
Edgar Wright rueda con 20 millones de dólares una colosal epopeya de ciencia ficción llena de diálogos como ráfagas de ametralladora marca de la casa que se dan de bruces con el valor de la amistad, la madurez y el objetivo que tenemos en la vida. Si lo de los millones te ha dejado loco, te diré que 'Arma fatal' (Hot Fuzz costó NUEVE). La película más emotiva e imaginativa de un cineasta colosal.
Crítica de 'Bienvenidos al fin del mundo'.
Scott Pilgrim contra el mundo
Obra monumental, mastodóntica, irreprochable. Auténtico clásico del futuro y lo que debería haber sido un antes y un después en el audiovisual comercial junto a la otra obra cumbre del milenio: 'Speed Racer'. Aquí Wright conseguía trasladar la narrativa del c´ómic a través del del lenguaje del videojuego. Un combo tan tremendo que aún hay salas de cine con restos de corteza cerebral pegada a los altavoces. Una obra maestra tan adelantada que el videojuego llegó después.
Crítica de 'Scott Pilgrim contra el mundo'.
Arma Fatal (Hot Fuzz)
Hot Fuzz es especial. Como comedia, es perfecta: el timing, las coñas recurrentes, los diálogos marcados, las réplicas y el humor físico brillan al 200%. Como cine de acción, es extraordinaria: persecuciones frenéticas, disparos a punta pala y peleas brutales.
Como thriller de terror de campiña inglesa, es sobresaliente. 'Arma fatal' es la obra cumbre de un director que necesita dejar de derrapar para todos los públicos y volver a la flema. Una de esas pocas películas que podría ver a diario y con cada visionado pillar un chiste que se me había escapado.
Obra maestra eterna.
Crítica de 'Arma fatal'.
Via:Espinof
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