REVIEW: Jack Ryan – Temporada 3.
Casi tres años después, John Krasinski aka Mister Fantastic se pone de nuevo en la piel de Jack Ryan para la tercera y penúltima temporada de la popular serie original de Prime Video basada en los personajes creados por el escritor Tom Clancy.
Igual no os habíais fijado, pero Prime Video es sin duda la reina de las series desaparecidas, aunque en las próximas semanas le va a poner remedio de forma fulgurante. Esta no es la única de sus ficciones que regresa tras una larga ausencia; Hunters vuelve en enero con su segunda temporada y Carnival Row hace lo propio en febrero. Igual que la ficción que hoy nos atañe, ambas volverán a nuestras pantallas tras largos años de ausencia, culpa, principalmente, de la pandemia. Aún no he tenido tiempo para ponerme con sus nuevas -y últimas- temporadas, pero lo que si que os puedo decir es que ojalá regresen de la misma forma que Jack Ryan. Y es que esta nueva entrega me ha parecido la mar de entretenida, con una historia interesante, llena de adrenalina y esa tensión política que tanto nos gusta, plagada de la acción vertiginosa y el inigualable aroma a patriotismo que la convirtió no hace tanto tiempo en una de las grandes referencias del género.
Compuesta por 8 episodios, la tercera temporada arranca con Jack trabajando como agente de la CIA en Roma, donde le informan que el «Proyecto Sokol», un antiguo plan secreto para restaurar el Imperio Soviético que se creía inactivo desde hace más de 50 años, está siendo resucitado por una pequeña facción rebelde del gobierno y el ejército ruso. Tal y como se podía prever, sino no tendríamos serie, cuando nuestro protagonista se embarca en una misión para confirmar lo que le cuentas sus fuentes, las cosas no tardan en torcerse y enseguida se ve implicado erróneamente en una conspiración aún mayor, una conspiración que también está empezando a resquebrajar al gobierno de Alena Kovac (Nina Hoss), la Presidenta de la República Checa, personaje y estado de importancia primordial del plan enemigo.
Acusado de traición y en busca y captura, Jack se encuentra una vez más solo ante el peligro, obligado a huir de su propio gobierno y aliados si quiere tener alguna esperanza de descubrir al grupo rebelde antes de que sea demasiado tarde. Todo bajo la atenta mirada de una cada vez más dubitativa Elizabeth Wright (Betty Gabriel), la jefa de la estación de la CIA en la capital italiana, y de James Greer (Wendell Pierce), el ex jefe y amigo de Jack, ahora otro simple operativo de la CIA bajo sus ordenes. La adición de es sin duda Wright uno de los grandes aciertos de esta temporada, un personaje firme y plenamente consciente de su capacidad para afrontar cualquier tipo de investigación que, pese a empezar como alguien bastante reticente con ‘discutibles’ métodos de Jack, acaba dándose cuenta de la valía de su trabajo de campo. Esta es una relación que hemos visto mil veces en series de este estilo, jefa que tarda en comprender y aceptar las habilidades de su operativo, pero que, finalmente, acaba jugando un papel fundamental -en positivo- en el desarrollo de los eventos que sigue la historia de turno.
Aquí comienza una odisea por múltiples países de la parte occidental del viejo continente, con nuestro héroe siempre acompañado y ayudado por el gran Mike November (Michael Kelly), otro de los jugadores indispensables de la temporada, trabajando a contrarreloj para impedir que la cascada de conflictos desestabilizadores desatada por los revolucionarios dispuestos a no detenerse ante nada ni nadie para ver renacer a «Sokol» conduzca a una catástrofe mundial.
Una de las cosas que siempre me ha gustado de este tipo de series en las que los Estados Unidos salvan constantemente el mundo de todo tipo de peligros, es la forma en la que diseñan sus recorrido para cada temporada enfrentarse a uno de los grandes enemigos, históricos o recientes, del Tío Sam. Haciendo un poco de memoria, es algo que, por ejemplo, a The Last Ship (TNT) también le funcionó de maravilla. En su primera temporada, Jack Ryan se enfrentó al terrorismo islámico, en la segunda llegó el turno de los golpistas latinoamericanos, concretamente venezolanos, y en la tercera han tocado los rusos. Me muero de ganas por saber a qué enemigo se enfrentará en la próxima. ¿Apostamos por alguna potencia asiática?
Dicho esto, recalco mi valoración inicial, esta tercera temporada me ha gustado mucho. Tiene todo lo necesario para mantener al espectador entretenido y enganchado a la pantalla, es fácil de maratonear, y siempre acabas queriendo más. Krasisnki demuestra una vez más que en su día fue una elección perfecta para el papel principal y el elenco de secundarios que le acompaña en esta nueva aventura le da un plus a todo lo que toca bastante por encima de lo habitual. Tanto Pierce y Kelly como Wright y el resto de los nuevos están impecables. Por lo demás, otra potente mezcla de suspense, espionaje drama y acción, repleto de viejos conocidos, nuevos aliadas y dobles cara que desde aquí recomiendo a todo el mundo.
Hace tiempo que se habla de que Amazon Studios estaría en fase de desarrollar algún spinoff para la serie cuando esta termine así que voy a poner mi granito de arena: Elizabeth Wright.
NOTA DE LA TEMPORADA: 8.4/10
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