REVIEW: Carnival Row – Temporada 2.
Aunque parezca mentira e incluso pueda llegar a sonar un tanto surrealista, esta semana se cumplen casi tres años y medio del lanzamiento de la primera temporada de Carnival Row. Se estrenó el 30 de agosto de 2019, varios meses antes de que la pandemia de la COVID-19 azotara el planeta. Es totalmente cierto que gran parte del significante retraso acumulado por este drama fantástico protagonizado por Orlando Bloom y Cara Delevingne es culpa de la misma, pero eso tampoco quita que se regrese totalmente fuera de mercado y de todo. Su tiempo, si es que lo tuvo, ya pasó hace tiempo. Imagino que por eso se acabó decidiendo que esta segunda temporada, la cual se emitirá de forma semanal (doble episodio) a partir del 17 de febrero, sea la última. En favor de Prime Video creo que hay que darles las gracias por haber mantenido su compromiso con el proyecto, mismo caso que Hunters, terminada también hace unas semanas tras años de ausencia. Lo más fácil hubiera sido tirarlas, lo que hace la competencia, pero aquí se ha esperado y se ha optado por cerrarlas como dios manda. Gracias. NO MÁS SERIES COLGADAS.
La gran pregunta que me hice yo en su día y que se estará haciendo cualquier espectador dispuesto a ver sus últimos diez episodios es la misma: ¿Qué pasó y cómo terminó su primera temporada? Por suerte, desde la plataforma tendrían clarísimo que lo primero era refrescar la memoria del personal, por lo que recientemente se subió un vídeo recopilatorio de los eventos narrados en ella. También se han subido sus tres primeros capítulos a Youtube para quien quiera verlos pueda hacerlo de forma gratuita.
Recordamos que ‘Carnival Row’ nos sumerge en un mundo victoriano en el que los humanos y varias criaturas sobrenaturales, entre ellas las hadas, convivían en aparente harmonía hasta que la tensión social surgida a raíz de una serie de brutales asesinatos llevó a una especie de guerra civil entre razas, una guerra que acabó con una irreconciliable separación entre ellas, tanto física como a nivel de comunidad. El responsable de investigar dichos asesinatos era Rycroft Philostrate, mejor conocido como Philo (Bloom), un eficaz inspector de policía con su propio pasado oscuro que no tardó demasiado en reencontrarse con su viejo amor, Vignette Stonemoss (Delevingne), una bella hada de la que fue separado durante una guerra previa al inicio de la ficción. Vignette lo había dado por muerto, por lo que su reunión y posterior segunda oportunidad -una bonita historia de amor interracial- se convirtió en uno de los motores principales de su desarrollo y en la trama favorita de sus seguidores. Pero esta no era la única ya que también exploramos la relación entre Agreus (David Gyasi) e Imogen (Tamzin Merchant), dos miembros de la alta sociedad, él criatura y ella humana, que también se enfrentaron a numerosas adversidades con tal de vivir un amor prohibido que les llevó a escapar de Burgo junto al vengativo hermano de ella, Ezra (Andrew Gower), todo mientras los humanos se radicalizaban cada vez más bajo el gobierno liderado por Jonah Breakspear (Arty Froushan) y Sophie Longerbane (Caroline Ford).
La segunda temporada arranca con el caos como principal protagonista. La tensión social ha llegado al límite y algunos habitantes de «The Row», hartos de la opresión a la que se están viendo sometidos se han rebelado. La historia nos dice que el gobierno de una fuerza opresora siempre es sinónimo del nacimiento de una revolución y esta no es una excepción. La organización conocida como Cuervo Negro, además de luchar para la supervivencia del resto de criaturas, prepara su venganza, con Vignette entre sus filas. Pero eso no es todo ya que lo que parecía resuelto ha vuelto a estallar. Los espantosos asesinatos vuelven a atemorizar a la población y Philo, tras dejar atrás su trabajo e incluso su identidad por irse a vivir con Vignette, acaba volviendo a la acción. Eso sí, al menos esta vez no se convierte en sospechoso del crimen que está investigando. Curiosamente, Tourmaline (Karla Crome), heredera de unos poderes sobrenaturales que pondrán en seria amenaza tanto su destino como el del lugar, podría acabar siendo la clave de todo. Por su parte, con Agreus e Imogen expandimos el mundo exterior ya que su viaje por alta mar les lleva una isla a priori paradisíaca que esconde una nueva sociedad radical que pondrá en peligro todos sus planes. Lo que parecía el mejor lugar para iniciar una nueva vida juntos se acaba convirtiendo en una cárcel para ambos. El final feliz para otro momento…
Este es el punto de partida de otra odisea demasiado caótica en la que la serie acaba pecando de lo mismo que en el pasado; pese a que la ambición por parte de su equipo parece seguir existiendo, sus tramas son demasiado inconsistentes, su puesta en escena es mucho menos espectacular de lo que ella misma cree y, por si fuera poco, el CGI, punto fundamental en una producción de fantasía que al menos debería aspirar a ser de primer nivel deja mucho que desear en la mayoría de grandes secuencias. Las escenas de las/los hadas volando por el cielo cantan muchísimo. Las persecuciones igual. Pese a que Orlando Bloom y Cara Delevingne hacen un trabajo bastante eficiente y la historia que protagonizan es una de las pocas cosas que realmente le da emoción a la ficción, no es suficiente. ¿A quién le interesa a estas alturas la historia de un personaje tan desinflado como Agreus? ¿Quién pensó que era buena idea darle un giro a todas las tramas principales de la primera temporada para revivirlas con cuatro matices? ¿Nadie pensó que todo el concepto de la división social y las guerras políticas entre los líderes humanos de Burgo merecía una exploración mucho más profunda y que esta podría aportar al menos un poco de conversación relevante? Lo mismo para su examen del papel al que acaban relegadas las mujeres en este tipo de sociedades y cómo cada una de ellas pelea para salir del agujero en la que las han metido. Hay muchas cosas que no entiendo y otras tantas que me han aburrido de forma soberana, sin aportar nada de nada, mientras que las que sí que me parecieron interesantes se esfumaron enseguida o no tuvieron el protagonismo que merecían. ¿Todo mal? No, pero casi.
A grandes rasgos, ‘Carnival Row’ me deja la misma sensación que hace tres años. Es una verdadera lástima que un proyecto con este potencial haya terminado así. Su primera temporada estuvo lejos de lo esperado, la pandemia clavó unos cuantos clavos más a su ataúd, y la segunda la ha rematado cuando ya estaba agonizando. No la calificaría como una serie mala, pero si como una decepción. Para la CW está bien. De Prime Video, en 2023, espero mucho más. Para terminar, en su defensa me gustaría añadir que, pese a todo, hay que reconocerle el haberlo intentado hasta el final. Crear un universo de fantasía tan rico y abundante como el que que querían proponer Erik Oleson (Daredevil) y el resto de su equipo es mucho más complicado de lo que parece. Muchísimo más cuando no partes de una saga literaria como referencia. Este es un claro ejemplo de ello. Quien sabe, igual en otras circunstancias estaríamos hablando de un bombazo. ‘Carnival Row’ se va por la puerta de atrás pero al menos se va… y eso ya es más de lo que logró más de una de sus competidoras.
NOTA DE LA TEMPORADA: 6.3/10
Texto:Chris Patterson
Fotos/Via:Loving series
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