Netflix tiene muy clara su respuesta al hundimiento que ha sufrido en España. Ignorarlo (y tiene sentido)


 Estos días se ha hablado mucho de que, según un estudio de Kantar, Netflix ha perdido 1 millón de usuarios en España como respuesta al cambio de estrategia de la plataforma respecto a las cuentas compartidas. Se han utilizado unos titulares tan alarmistas que poco menos que parecía el fin del mundo para Netflix, pero lo cierto es que en la compañía tienen muy claro que su respuesta va a ser ignorarlo, y tiene sentido.

Ya contaban con ello

Obviamente, en Netflix no pueden estar contentos con esa pérdida, pero hay que tener en cuenta varios detalles. El primero es que se trata de una pérdida de usuarios, no de suscriptores, donde por supuesto que también ha habido una bajada, pero menos acusada. Además, desde la plataforma ya contaban con una fuerte resistencia inicial en todos aquellos mercados en los que vaya aplicando esta nueva política.

No hay más que remontarse al último informe trimestral de Netflix para tener en cuenta que este primer movimiento contra las cuentas compartidas se ha dejado notar, pero no tanto, ya que la plataforma sumó 1,75 millones más de suscriptores en todo el mundo, por debajo del crecimiento esperado de 2,3 millones. A cambio, el flujo de caja libre, un buen indicador de la salud económica de cualquier empresa, ha pasado de 802 millones de dólares hace un año a 2.100 millones en este caso. Lo ha duplicado con creces.

Además, Netflix también puso como ejemplo a Canadá, otro de los mercados en los que se introdujeron las novedades en las cuentas compartidas al mismo tiempo que en España, para dejar clara su confianza en este nuevo modelo: "en Canadá, que consideramos un indicador fiable para Estados Unidos, nuestra base de usuarios de pago ahora es más grande que antes del lanzamiento del pago con cuentas compartidas, el crecimiento de los ingresos se ha acelerado y ahora está creciendo más rápido que en USA".

De esta forma, queda claro que el objetivo principal pasa a ser lo más rentable posible, un movimiento en la línea de la exigencia actual de Wall Street hacia las compañías de streaming. Además, la plataforma tiene claro que parte de los suscriptores que se dan ahora de baja acabarán volviendo, lo cual estabilizará aún más la situación al alza.

Netflixx

La gran prueba de fuego va a estar ver cómo se reacciona ante este movimiento en Estados Unidos, pues es cierto que Netflix se puede permitir hacer ciertos ajustes según el mercado -hace no tanto anunció rebajas en el precio en varios países-, pero en su país de origen la cosa se complica.

Allí -y en muchos otros países- se espera que esa nueva política entre en vigor en una fecha todavía por concretar de este segundo trimestre de 2023, y la propia Netflix asume que eso va a tener un impacto claro en sus cuentas a corto plazo, pero también que es un movimiento clave para el futuro de la empresa:

Al igual que en Latinoamérica, observamos una reacción de cancelación en cada mercado cuando anunciamos los planes de reparto de pagos, lo que repercute en el crecimiento de miembros a corto plazo. Pero a medida que los prestatarios empiezan a activar sus propias cuentas y los miembros existentes añaden cuentas de 'miembro extra', vemos un aumento en la adquisición y los ingresos.

España puede acabar convirtiéndose en una molestia para Netflix, pero va a hacer falta mucho más que eso para que se replanteen su nueva política. Que cuando dijeron todo esto ya sabían cómo estaba afectando su decisión en España, y les dio igual.

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Foto/Via: Espinof

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