'Indiana Jones y el Dial del Destino' tampoco es el regreso a las mejores aventuras de la saga pero ofrece diversión y una emocionante despedida del héroe encarnado por Harrison Ford (Festival de Cannes 2023)
Puede sonar triste pero el Indy que cambió el cine de aventuras murió en los 80. Debemos asumirlo. Más allá de la edad de "nuestro" héroe encarnado por Harrison Ford, la nueva 'Indiana Jones y el Dial del Destino' confirma que los tiempos han cambiado, como decía Bob Dylan, el cine actual de Hollywood tiene otro lenguaje y otras formas de comunicarse con el público y vender entradas. De hecho, ni el mismísimo Steven Spielberg pudo replicar su propia receta en la cuarta entrega, 'Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal'.
Maldita nostalgia
Una película que no convenció a pesar de contar con el director de las tres aventuras anteriores y el creador de la saga, George Lucas. Creo que los ataques fueron excesivos e injustos (como señaló Ford, se pretendió señalar a los creadores, Spielberg y Lucas, qué es y qué no es Indiana Jones); a mí me entretuvo aunque reconozco que me dejó un sabor agridulce, seguramente fruto de expectativas irreales y una nostalgia mal gestionada. 15 años después vuelvo a tropezar en la misma piedra, más o menos, si bien aquí resulta evidente que faltan Spielberg y Lucas.
No es que 'Indiana Jones 5' haya caído en malas manos, ni mucho menos. La película está dirigida por el fiable James Mangold, experto realizador con un gusto clásico del cine pero adaptado a los nuevos tiempos. Así lo demostró en el remake de 'El tren de las 3:10' ('3:10 to Yuma') o en 'Logan', una de las pocas películas de superhéroes tan aplaudidas que han superado la barrera de prejuicios del género para conquistar a público y crítica.
Cabía esperar que 'El dial del destino' fuese la 'Logan' de 'Indy', sobre todo tras las declaraciones de Ford anunciando su despedida del arqueólogo, pero no es el caso. Leeré el guion cuando esté disponible pero ahora mismo apostaría a que el principal problema está ahí. Es eso o un rodaje problemático, y eso me parece menos probable con este equipo. Recordemos que se está hablando de 'Indy 5' desde 2015 y el proyecto fue anunciado de forma oficial en 2016 con Spielberg de director y David Koepp como guionista.
En 2020, Spielberg se baja del proyecto, sube Mangold y hay cambio de guionistas: se va Koepp y el propio Mangold se ocupa del guion junto a Jez y John-Henry Butterworth, sus colaboradores en 'Le Mans '66' ('Ford v Ferrari'). Koepp reconoció que su trabajo no convencía a Spielberg y quizá el libreto definitivo que ha dirigido Mangold es maravilloso (de nuevo, no lo he leído) pero guardad estas declaraciones de George Lucas:
"Es muy difícil crear un buen MacGuffin, que en nuestro caso tiene que ser un objeto sobrenatural de naturaleza arqueológica que sea real o que la gente crea que es real. Eso es lo opuesto a todas las copias que se han producido en masa desde 'En busca del arca perdida' ['Raiders of the Lost Ark'], que van de objetos inventados y fantasiosos. No te puedes inventar simplemente algo, como una máquina del tiempo. [Indiana Jones] no va de eso. Estos son misterios sobrenaturales, no aventuras de acción donde no tienes un contexto histórico o arqueológico."
En busca del Macguffin perdido
'Indiana Jones y el Dial del Destino' arranca con una secuencia ambientada durante el final de la II Guerra Mundial, devolviéndonos la batalla más característica de la saga: Indy contra los nazis. Un largo prólogo al estilo de la saga OO7 donde destaca el trabajo de rejuvenecimiento digital realizado sobre Ford, un ritmo frenético sobrecargado de acción hasta unos niveles tan absurdos que ya no sabes si estás viendo 'Looney Tunes', y la sensación de que nos han colado una excusa argumental vaga y pobre, condenada al fracaso.
El arranque demuestra que los responsables de esta quinta entrega no tomaron nota de las críticas de la cuarta porque vuelven a caer en uno de los aspectos que fueron más criticados: el abuso de VFX y CGI en lugar de recurrir todo lo posible a efectos prácticos. Tom Cruise y Christopher Nolan, por poner dos ejemplos, lo han entendido mejor. El público que va al cine quiere sentir que la acción es real, o al menos, que parezca lo más real que el dinero pueda pagar (y aquí está la Disney).
En 'El reino de la calavera de cristal' tuvimos los perros de las praderas y otros animales digitales; en 'El dial del destino' lo que destaca más es la cara más joven de Ford en las escenas del pasado. Aunque el truco funciona en algunas tomas, me parece un error lucirlo tanto en primeros planos y con tanta luz porque entonces detectamos que hay algo raro, una mirada inerte, un look artificial que provoca rechazo y rompe la magia. Cuando la cámara enfoca un rostro real es un auténtico alivio y se nota aún más la diferencia.
Otro detalle que me disgustó ya en esa primera secuencia (pasa más veces) es el uso del mítico leitmotiv musical de Indiana Jones compuesto por John Williams, sin duda otro de los pilares de la saga. Suena en un momento apropiado, tras el éxito de una de las muchas misiones imposibles del héroe, pero en la imagen no ves a Harrison Ford sino un "doble digital" corriendo encima de un tren como si fuera un dibujo animado. Notar esto me sacó de la película, y entonces entendí que todo iba a doler mucho menos si aceptaba rápidamente la realidad, la que señalaba al inicio del texto. Este Indiana Jones no es el "mío".
Un paréntesis con un breve contexto personal. Cuando me senté en la butaca del Teatro Lumière estaba entusiasmadísimo, era la película que más ganas tenía de ver no ya del Festival de Cannes sino de todo 2023. Durante muchos años tuve 'Indiana Jones y el templo maldito' en mi TOP 10 de todos los tiempos. La tenía grabada en una cinta VHS y la veía sin parar, era como un tesoro (faltaban los primeros minutos porque la grabé tarde por un error del periódico y creo que esto siempre influyó en la fascinación que me causaba). 'En busca del arca perdida' llegó después, la amé igual. Y por supuesto disfruté mucho en el cine con 'La última cruzada'. Cuando Indy volvió en 'El reino de la calavera de cristal', no era el mismo... y yo tampoco.
'Indiana Jones y el Dial del Destino', cine palomitero con un héroe de 80 años
Después de la secuencia inicial, Mangold nos lleva al año 1969 para ver cómo ha envejecido nuestro héroe. A pesar de sus 80 años, Ford tiene la valentía de quitarse la camiseta delante de todo el mundo para demostrar que está en buena forma, o al menos, lo suficiente para una última peripecia. Jubilado, solo, amargado por la culpa, Jones entiende que su tiempo ha acabado... Y esto podría dar lugar a una película más interesante pero reaparecen varios personajes del pasado y obligan a Jones a salvar al mundo de los nazis, otra vez.
Debo decir que la película es divertida, tiene frases hilarantes sobre los villanos y réplicas ingeniosas que, con el eficaz trabajo del reparto, hacen que el conjunto resulte ameno y no se noten sus casi dos horas y media de duración. Para mí lo mejor de la película son sus dosis de humor y el trabajo de Harrison Ford, que deja un final muy emocionante. El resto de actores cumplen, como digo, pero en ocasiones se nota que no saben muy bien qué están haciendo o tienen personajes poco interesantes con los que lucirse.
Queda la sensación de que James Mangold desaprovecha el talento de Mads Mikkelsen, Phoebe Waller-Bridge o Antonio Banderas (adoré sus líneas en español, en especial: "Ni una palabra a estos nazis, Indy") pero lo que hace con Boyd Holbrook es bochornoso e incomprensible (le dirigió en 'Logan'); queda reducido a simple esbirro torpe. De nuevo, si la idea era que 'Indiana Jones 5' tuviera un aire a dibujos animados, quizá se debería haber hecho una versión animada, en parte o por completo, como cuando Spielberg adaptó el cómic de 'Tintín'.
'Indiana Jones y el Dial del Destino' no es para un pase de prensa en Cannes a las 8:30 de la mañana, la volveré a ver cuando se estrene en cines. Debería funcionar en taquilla porque no deja de ser una gran producción de Hollywood llena de estrellas, acción frenética, escenas espectaculares, momentos graciosos y suficientes referencias como para contentar a los fans, o al menos, entretener hasta que el desenlace les haga recordar por qué Harrison Ford es una leyenda del cine.
Por cierto, tengo mucha curiosidad por saber cómo va a reaccionar el público al último tramo del film; un concepto demencial que puede pasar como una genialidad o un desastre. Bueno, ya me contaréis.
En Espinof | Las mejores películas de Steven Spielberg
Texto:JUAN LUIS CAVIARO
Fotos/Via: Espinof
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