"Vin Diesel se concentra tanto que fue imposible". Louis Leterrier desvela el secreto para crear al villano de Jason Momoa en 'Fast & Furious X'

Cada vez que se estrena una nueva película de  la saga 'Fast & Furious' es casi como si fuese Navidad. Y es que es complicado no ir al cine con una sonrisa de oreja a oreja soñando con abrir un regalo que, de seguir con la tendencia que empezó a marcar 'Fast Five', contendrá en su interior un manojo de disparates, locuras y sinsentidos aún más grande y divertidísimo que el anterior.

'Fast & Furious X', como era de esperar, no ha decepcionado al respecto, y nos ha regalado una retahíla de excesos de ensueño para todos los que entramos con complicidad en el juego de la franquicia. Pero, más allá de setpieces imposibles y leyes de la física inexistentes, uno de los grandes desmadres de la cinta no es otro que Dante, su histriónico villano.

No te rías, que es peor

Durante una entrevista con The Hollywood Reporter, Louis Leterrier, director de 'Fast X' en sustitución de Justin Lin, ha explicado la clave para construir al personaje de Jason Momoa: simple y llanamente, intentar hacer reír a Vin Diesel en el rodaje.

"[Jason Momoa y yo] nos conocimos en esta película, y nos dimos cuenta de que hacernos reír el uno al otro era una manera fantástica de crear a Dante. Así que reescribimos el diálogo juntos. Yo decía, 'Deberías decir enchanté', y él después añadía 'papi malo'. Nos gustaba de verdad hacernos reír el uno al otro, y los puntos extra, el comodín de nuestro juego, era hacer que Vin se riese y se saliese de su personaje como Dom Toretto".

Eso sí, la cosa no salió demasiado bien, porque según ha confesado el propio Leterrier, el bueno de Diesel se concentra demasiado como para permitirse deslices en medio de una toma.

"Lo intentamos constantemente. Como cuando Dante llama a Dom 'butthole' [en la versión original], pero Vin está tan concentrado cuando está en el set que fue imposible. Cuando decíamos 'corten', Vin estaba en plan, '¡Oh, lo habéis intentado con ganas!'. Eramos como críos en el rodaje, fue divertidísimo".

No cabe duda de que esta técnica, cuando se lleva a buen puerto, es una auténtica mina de oro en lo que respecta a la dirección de actores. Y es que no hay nada mejor que romper con lo previsto y destensar el ambiente para sacar lo mejor de los intérpretes.

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Foto/Via. Espinof

 

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