Linda Hamilton reconoce que no se tomó en serio a Arnold Schwarzenegger cuando rodaron 'Terminator': "Era un farsante"


 Puede que una de las películas de ciencia ficción más influyentes de los años 80, con permiso de la esencial 'Blade Runner', sea la 'Terminator' original. Hace ya casi 40 años, James Cameron debutó oficialmente y en solitario en la dirección —y matizo porque el caso de 'Piraña 2' se las trae— con una orgía de acción y androides homicidas que nos dejó una pareja principal para el recuerdo.

Arnold, el farsante

El dúo compuesto por Arnold Schwarzenegger y Linda Hamilton, en esta ocasión cazador y presa, y que formó una alianza inesperada en la gloriosa secuela 'El juicio final', ha pasado a la historia como uno de los más icónicos del cine, pero las primeras sensaciones entre ambos actores distaron mucho de ser perfectas; especialmente por la parte que toca a Hamilton.

Según confesó la actriz en el marco del documental de Netflix 'Arnold', su primera impresión sobre el austriaco no fue demasiado positiva, llegando a definirle como un "poser". Eso sí, poco a poco, el bueno de Arnie fue ganándose su confianza.

"Según la definición de engreído, Arnold era un farsante, un fisicoculturista haciéndose pasar por actor. Pero debido a mi curiosidad, fui y me paré a observar a Arnold, y me convenció. La fisicalidad y la rigidez, y todas las cosas que estaba implementando. Pensé, 'Vale, esto podría funcionar'".

Además, Hamilton, demostró ser una persona bastante escéptica no sólo hacia su compañero de reparto, sino hacia el proyecto en sí.

"No pensé que fuera particularmente mejor que otros guiones que había leído. Quiero decir, realmente no tenía ni idea. Era de muy bajo presupuesto y todos éramos bastante novatos en esto. Definitivamente tenía mis dudas".

Por su parte, Schwarzenegger recordó cómo fue su reencuentro con Hamilton pocos días antes de rodar 'Terminator 2'. Una reunión que pareció marcada por la envidia sana.

"Unos días antes de comenzar a rodar, Jim Cameron me dice, 'Vamos a juntarnos y a pegarnos una buena cena'. Linda entra y se quita el jersey, y yo me quedo mirando sus brazos. Los tríceps, venas en los bíceps. Era como un fisicoculturista, pero en miniatura. Dije, 'No puedo creer que esa hija de puta esté más definida que yo'".

Texto:Víctor López G.

Foto/Via. Espinof 

 

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