'Golpe a Wall Street' acierta con su narrativa humana del caso GameStop y el "fuck the power" pero se echa de menos actitud punk | Festival de San Sebastián 2023
Los que no tenemos absolutamente ni idea de la bolsa ni de cómo funciona realmente el mundo del dinero (menos aún en Estados Unidos) tuvimos una extraña sensación con películas como ‘La gran apuesta’, que encabezó una pequeña moda auspiciada por Adam McKay en la que te explicaban el mundo de las finanzas “para tontos”. Hasta el bruto más ignorante entendería lo que son las acciones y el caos de Lehman Brothers después de ver cómo Carmen Electra te lo enseña, ¿verdad? Bueno, yo era uno de los que sonreía en la butaca sin tener la menor idea de lo que me estaban intentando contar. Y por eso fui con más miedo del habitual a ver ‘Golpe a Wall Street’.
Game, stop
No os toméis el párrafo anterior como una extraña colina en la que morir: disfruté de ‘El lobo de Wall Street’, ‘La gran apuesta’ y el resto de películas sobre macroeconomía estadounidense sin entender una micra de lo que estaban hablando. Tampoco hacía falta conocer el glosario y la terminología al dedillo para disfrutar de un ritmo endiablado y entender una historia de triunfo y fracaso en la que sus personajes vivían sentimientos comunes a todos los mortales. Sin embargo, ‘Golpe a Wall Street’ precisa que comprendas lo más básico de la bolsa. Y sí, podría ser un problema.
Sin embargo, Craig Gillespie, el director de ‘Yo Tonya’ o ‘Cruella’, hace algo muy inteligente que le separa de McKay: no trata al espectador como si fuera idiota o le trata de inculcar conceptos complejos que, a no ser que trabaje el mundo de la inversión, olvidará rápidamente. Para que el público más zote en las finanzas (como un servidor) pueda seguir la historia sin necesidad de hacerse un cursillo en bolsa hace algo tan sencillo como genial: poner a micro-inversores que jamás habían metido un dólar en acciones en el centro de su historia. De esta manera, podemos seguir su viaje ante los conceptos más básicos de la misma: compra cuando esté bajo, vende cuando esté alto, intenta molestar al sistema todo lo que puedas.
‘Golpe a Wall Street’ logra algo muy sorprendente: revivir unos hechos que ocurrieron hace apenas dos años y darles una capa de barniz para que no nos suene necesariamente a algo que acabamos de ver en Reddit. Para este efecto influyen dos características clave. La primera es un acierto de la propia película, gracias a narrar las historias humanas del día a día tras de la compra masiva de acciones de GameStop. La segunda es global: en tiempo-Internet, algo que pasó hace un mes nos da la impresión de que es cosa del medievo. De esta manera, el director se sale con la suya acertando en tono, guion, caracterización e historia que adaptar. Entonces, ¿cuál es el problema?
Dinero atrás
La película, protagonizada por un (más o menos) irreconocible Paul Dano, queda lapidada precisamente por su falta de ambición y actitud punk que acompañe a su discurso. Aunque, para ser honesto, es cierto que toma riesgos que no todo el mundo habría tomado. Mostrar la historia de protagonistas y secundarios con personalidades propias que van más allá del caso GameStop puro y duro podría haber resultado reiterativo, máxime cuando otras cintas quizá más interesadas en conformar documentos históricos habrían contado los hechos tal y como vienen en Wikipedia. Tampoco quiero llamar a engaño: 'Golpe a Wall Street' lo hace en ocasiones también, claro. Hay cosas a las que un biopic no puede resistirse, por especialito que pretenda ser.
En ‘Golpe a Wall Street’, claro, están también esas escenas en las que los actores, copiando movimientos, planos, gestos y quiebres de palabra de las personas a las que representan, hacen una especie de mímica vital en algo que quizá hace años hubiese asegurado una nominación al Óscar y ahora no pasa de la ya prototípica comparación entre actor y persona durante los títulos de crédito. Y ese es uno de sus problemas: aunque quiera hacer un juego de manos con la audiencia, no es lo suficientemente raro o avispado para evitar ser lo que es. Si tiene pintas, tono, guion y dejes de biopic, por mucho que Gillespie esté detrás queriendo innovar, es un biopic que cae en todos los clásicos básicos en plena época de cambio y reconceptualización del género en Hollywood.
Eso sí, tiene una ventaja que no tienen otras películas del género gracias al uso de la ficción dentro de la narrativa biográfica, que otros prefieren no tocar por miedo a dañar los hechos en sí mismos: ‘Golpe a Wall Street’ se acerca a personajes con los que poder identificarnos más allá de los cuatro ricachones millonarios. Es más: se posiciona abiertamente en su contra de los mismos dejando entrever las grietas del sistema financiero yanqui.
Fastidiando a las élites
Una enfermera que cobra menos de lo que merece, dos estudiantes repletas de deudas, un trabajador de GameStop que quiere probar suerte… el destino de todos ellos ya sería interesante de por sí, pero además sirven para probar algo que ya se intuyó durante aquellos días: podrían haber vendido y ganado dinero fácil, pero en su lugar prefirieron aguantar exclusivamente para fastidiar a las élites. Podemos hundirnos con el barco, pero ellos se hundirán con nosotros. Y nada le gusta más a alguien que está en la tercera clase del Titanic, puestos a morir, que agarrar a uno de la primera y hacer que se congele con ellos.
Por supuesto, y como viene siendo habitual en biopics de alta gama, ‘Golpe a Wall Street’ cuenta con un reparto coral espectacular por el que se van paseando caras tan reconocibles como las de Seth Rogen, Nick Offerman, Vincent D’Onofrio, America Ferrera o Sebastian Stan, todos ellos liderados por un actor que se está ganando el puesto como uno de los mejores actores de su generación: Paul Dano. La película se la juega a una sola carta en su apocada interpretación que triunfa y va más allá de la simple imitación, otorgándole al protagonista un aire al mismo tiempo despistado y sagaz.
Antes de ver ‘Golpe a Wall Street’ ya sabes a lo que vas y lo que estás a punto de contemplar. No te va a cambiar la vida y te va a sonar a cosas que ya has visto durante la última década, pero su visión global del caos creado en Reddit con la compra masiva de acciones de GameStop mezclado con un guion que encuentra su ritmo propio y unas interpretaciones solventes acaba siendo, cuando poco, satisfactorio. Tanto, que la cercanía de los hechos reales acaba jugando a su favor y más de uno saldrá planteándose, bastante en serio, si es posible replicarlo. No para ganar dinero: para que ellos no lo ganen.
Texto:Randy Meeks
Foto/Via: Espinof
Comentarios