Bienvenidos a la segunda de las crónicas que iremos dedicando día tras día a la edición número 68 de la Seminci - Semana Internacional de Cine de Valladolid, la primera que cubriremos desde El Séptimo Arte.
'Que nadie duerma' - Algo va a pasar... Me gustan las películas con estilo. Escritas y rodadas con algún tipo de estilo que vaya más allá del significado básico de las palabras o los hechos, siendo este un debe habitual en el cine español "de género". No sé hasta qué punto el cineasta Antonio Méndez Esparza es fiel a la novela de Juan José Millás en la que se inspira, pero la metamorfosis kafkiana del personaje de una solvente Malena Alterio resulta intrigante y estimulante a partes iguales. A pesar de su intrínseca aleatoriedad o de un final no se siente tan rotundo como debiera, la música de Zeltia Montes es una punzante e incómoda mosca cojonera que nos acompaña fuera de la sala, remitiendo a las dudas que nuestras propias vidas pueden suscitar en cuanto bajamos un poco la guardia. *******
'Sobre todo de noche' - Y hablando de estilo y sobre todo de texturas... La ópera prima de Víctor Iriarte es un película con muchísima personalidad, hasta el punto de que sus excesos autorales amenazan la integridad del propio filme. Un falso thriller dramático cocido a fuego pero que muy lento, algo especialmente notorio en un tercer y último capítulo demasiado distendido y anticlimático, en donde a Iriarte se le escurre un poco entre las manos. Hasta entonces, a lo largo de dos exquisitos capítulos, se trata de un filme con una narrativa muy sólida, lenta pero bien templada. Pero en su tramo final se deshincha, con un Iriarte forzando una máquina que no da, quien sabe si para intentar disimular que no lo tiene tan claro como lo tenía al principio. ******
'La zona de interés' - Jonathan Glazer se viste de Ulrich Seidl en esta película cuyas intenciones quedan claras a los pocos minutos: La historia en sí misma es una suerte de MacGuffin cuya deriva es irrelevante. Lo importante es "el elefante en la habitación". Veo el concepto, pero me falta la película. Glazer estira y rasga la idea a través de escenas domésticas filmadas en hieráticos planos fijos que recalcan una y otra vez que al igual que en Gaza o en Ucrania, el horror está donde lo quieras ver o puedas mirar. Complicado no remitirse a la actualidad, complicado no pensar en 'El niño del pijama de rayas' desprovista de lo que hacían de aquella una historia que nos pudiese llegar a importar. Como estar en la sala de cine prestación atención a las luces de emergencia en lugar de a la pantalla. *******
'How to Have Sex' - Algo así como
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