68 Seminci - Parte IV

'Samsara' - "Samsara" es el ciclo budista de muerte y reencarnación. Desde los templos de Laos, conviviendo con monjes adolescentes, acompañaremos a un alma en su tránsito de un cuerpo a otro a través del bardo. Las palabras del Libro tibetano de los muertos nos servirán aquí de guía para no perdernos por el más allá. Un recorrido lumínico y sonoro que nos llevará a reencarnarnos en las playas de Zanzíbar, donde grupos de mujeres trabajan en granjas de algas. En palabras del director, la película "es una reflexión sobre la relación entre el ser humano y el paisaje, un interés antropológico centrado especialmente en lo mítico y espiritual o la voluntad de llevar al espectador a una experiencia íntima y meditativa".

- Creo que he entendido la película. ¿La policía sabía que los de Asuntos Internos les tendían una trampa?
- ¿Qué dice? Aquí nadie ha hablado de esas cosas.
- Es que si me aburro yo me las invento, mi capacidad de atención es reducida.
- Pero la cuestión es sencilla. Cuando la película...
- ¡Eh! ¡Una cabra!


'Sala de profesores' - Un estupendo thriller dilemático ambientado entre los cuatro muros de un colegio ¿público? alemán. En la misma línea que los incisivos relatos médicos de Thomas Lilti, Ilker Çatak le busca las cosquillas (y se las encuentra) al sistema educativo y al espectador con esta descripción certera y mordaz del llamado efecto "bola de nieve": O como un pequeño conflicto puede escapar a nuestro control y al de cualquiera a través de simples y bienintencionadas decisiones que sin querer (¿queriendo?) no hacen sino complicarlo todo un poquito más. Más aún en esta era en la que las redes sociales, la corrección política, la piel fina y las noticias falsas están redefiniendo las relaciones y convenciones sociales, institucionales y humanas. Todo ello servido, por descontado, con una fría, calculada y sobre todo temible y realista cercanía y credibilidad. ********


'Mamacruz' - ¿Cine erótico para la tercera edad? A la nueva película de Patricia Ortega le falta llegar a alguna conclusión. Lo hace todo bien, pero acaba porque en algún momento tiene que acabar, lo que evita que la experiencia se sienta completa y redonda. Que sea algo que de verdad arraigue en nosotros más allá de la simpatía y el respeto del momento, que por descontado se los lleva (y de calle). No es para menos, siendo una obra sobre el deseo sexual reprimido y en segunda estancia, sobre que los abuelos sirven para algo más que para cuidar a los nietos con la que es muy fácil conectar, gracias a su tono abiertamente amable y bonachón. Esta actitud conciliadora y respetuosa sin mala fe es sin duda lo que más sobresale de esta pequeña película cuyo único 'hándicap' es no llegar a dar el do de pecho para ser divina. U orgásmica. ******


'En nombre de la tierra' - Un auténtico dramón que acaba haciendo mella por puro acoso y derribo. Los Welchman insisten con el mismo estilo de animación que en 'Loving Vincent' aunque en esta ocasión, a pesar de su indudable belleza plástica, no esté tan justificado en una producción un tanto tosca y atropellada que apuesta por mantener un ritmo endiablado a costa de su profundidad o refinamiento. Lo uno compensa lo otro, y la película, sobreexcitada, es como si se nos echase encima y atosigase. Poco importa su escasa claridad narrativa o desangelada rasmia emocional, así como que la mayor parte de los personajes parezcan cambiar de personalidad según convenga. La película, en cualquier caso, nos acaba haciendo la envolvente, y a su manera, acaba funcionando con igual sencillez y contundencia. *******

Texto:    Por Juan Pairet Iglesias                       Foto/Via: El séptimo arte

 

Comentarios