Qué fue de Rick Moranis, el actor que lo fue todo en los 80 pero lleva 25 años sin volver a hacer cine
Si piensas en los años 80 y en el cine de aquella época, hay un nombre y una cara que se te viene inmediatamente a la cabeza. Gafas, pinta de clásico nerd, achatado y siempre sinónimo de diversión: Rick Moranis fue una de las más grandes estrellas de la década, que prometía darnos años y años de alegrías y risotadas... hasta que, de pronto, a mediados de los 90 desapareció y solo hace un par de años volvimos a tener noticias suyas. Pero, ¿por qué? ¿Se puede saber qué fue de Rick Moranis?
De DJ a actor
Frederick Allan Moranis nació el 18 de abril de 1953 (o sea, que tiene 70 años) en el seno de una familia judía de Toronto, en Canadá. De hecho, y a diferencia de tantos otros actores, su infancia fue fabulosa. Tanto, que unos años después se propuso que la de sus hijos también lo fuera. Al inicio de los años 70, Moranis empezó a hacer de DJ en una cadena local de radio, la CFTR-AM, que acababa de virar su rumbo, de música instrumental (un género norteamericano conocido como "beautiful music") a los éxitos del momento. Y poco a poco, le fue picando la curiosidad de hacer algo más.
De hecho, aún trabajó en otra emisora como DJ de tarde, la CHUM-FM, antes de ganarse una cierta fama como cómico radiofónico. A los 24 años debutó en televisión en el programa en directo '90 minutes live' e incluso hizo algunos pilotos de sketches irreverentes influenciados -cómo no- por los Monty Python, pero nada llegó a buen puerto hasta que en 1980 entró como parte del reparto de la temporada 3 de 'SCTV', un programa que parodiaba las cadenas locales y en cuyos sketches podía pasar cualquier cosa.
Fue aquí donde creó a sus primeros personajes memorables, Bob y Doug McKenzie, dos hermanos canadienses que explotaban los tópicos del país y se convirtieron en tal exitazo que pronto acabaron grabando discos e incluso llegaron a tener muñecos, protagonizar anuncios de Pizza Hut, una serie de animación moderna y hasta su propia película, 'Extraño brebaje', que se hizo de culto universitario poco después. Poco a poco la fama de los personajes fue bajando (aunque incluso este mismo año ambos protagonizaron un anuncio para Beer Canada), pero la cara y el humor de Moranis caló en el público. Estaba preparado para la fama.
Cazando la fama
En 1984, tras un pequeño papel en 'Calles de fuego', Moranis consiguió un papel que estaba originalmente pensado para John Candy, pero el famoso actor no entendía al personaje y propuso convertirlo en alemán y acompañarlo de varios pastores alemanes. Nunca supo que estaba rechazando 'Cazafantasmas'. Tras varios años encadenando papeles secundarios, en 1986 consiguió dar en el blanco de nuevo con la maravillosa adaptación musical de 'La pequeña tienda de los horrores', que fue incluso doblemente nominada al Óscar.
Y a partir de aquí, encadenó éxitos, uno tras otro: 'La loca historia de las galaxias' (título español de 'Spaceballs'), donde hizo del increíble Cascoscuro; 'Cazafantasmas 2' y 'Cariño, he encogido a los niños' le convirtieron, de golpe y porrazo, en uno de los actores más queridos de finales de los 80. Y todo ello sin dejar de hacer películas con sus amigos, como Steve Martin en 'Mi querido mafioso'.
El estilo distintivo de Moranis incluía reescribir sus propios diálogos e improvisar. Realmente no tenía tanto interés en la actuación ni hacer que un guion funcionase, sino hacerlo siempre más divertido. Mientras tanto, en 1986, Moranis se casó con Ann Belsky, con quien tuvo dos hijos, en su momento de mayor explosión creativa: llegó a grabar un disco ('You, me, the music and me') y en 1990 consiguió un premio por su actuación como secundario en 'Dulce hogar... ¡A veces!'. Y entonces, la tragedia llamó a su puerta.
Papá a tiempo completo
En 1991, Belsky falleció de cáncer y Moranis, con dos hijos pequeños a su cargo, decidió dejar de lado el cine de forma paultina y convertirse en padre a tiempo completo para darles a sus hijos la misma felicidad que él tuvo cuando era niño. Sus últimos papeles fueron en 'Cariño, nos hemos encogido a nosotros mismos', 'Los Picapiedra' y 'Pequeños gigantes' (que él consideró errores en su carrera donde no pudo improvisar como hubiera querido).
Desde 1997 hasta 2007, donde apareció en un especial televisivo de aniversario de los hermanos McKenzie, solo puso voces en comedias como 'Hermano oso'. Eso no significa que se retirara. De hecho, según él, solo cogió un descanso que se convirtió en un descanso más grande: en este tiempo como padre a tiempo completo siguió escribiendo, preparando discos (en 2005 y 2013 lanzó varios temas de comedia country, uno de los cuales fue nominado al Grammy) y aún ahora cree que haría un papel si le interesase. El reboot de 'Cazafantasmas' no era ese papel, pero sí el de la tercera secuela de 'Cariño, he encogido a los niños', que ya ha protagonizado y grabado aprovechando que sus hijos son adultos y pueden valerse por sí mismos. Está pendiente de estreno.
A los 70 años, Rick Moranis quiere volver al ruedo, y tiene algo ganado que no todos los actores han conseguido: el cariño internacional. Podría haber sido la estrella más grande del firmamento y, en su lugar, decidió hacerse a un lado. Como confesó a THR en 2014, su decisión marcó su vida y el resto de su carrera: "Era importante para mí. No tengo absolutamente nada de lo que arrepentirme. Mi vida es fabulosa". ¿Acaso hay algo más importante?
Texto: Randy Meeks Foto/Via: Espinof
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