'Rebel Moon Parte 1: La niña del fuego' es una de las peores películas de Zack Snyder pero evita el desastre. La space opera de Netflix demuestra por qué no le dejaron tocar el universo Star Wars


 Zack Snyder decidió dar el salto a Netflix tras todos los problemas que tuvo con Warner. Es cierto que sus fans siguen insistiendo en que el cineasta acaba su visión del DCEU, pero está claro que ha pasado página del cine de superhéroes y ha decidido centrarse en otros proyectos. Hace un par de años fue el turno de la notable 'Ejército de los muertos' y ahora contraataca con 'Rebel Moon', una película cuyo germen está en un proyecto nunca realizado de Star Wars pero que a la hora de la verdad recuerda más a 'Los siete samuráis', el aclamado largometraje de Akira Kurosawa estrenado en 1954.

'Rebel Moon' llega además por partes, ya que Netflix va a estrenar la Parte 1 este viernes 22 de diciembre, pero el 19 de abril nos llegará su secuela directa. Además, Snyder ya ha dejado claro que lanzará en breve un montaje extendido de 'La niña del fuego'. Es posible que allí haya una mejora sustancial respecto a lo que todos podremos ver dentro de apenas unos días, pues esa versión inicial puede que no sea el enorme desastre que anticipaban sus primeras críticas, pero también se queda bastante lejos de ser una buena película de ciencia ficción.

Un refrito poco inspirado

Sofia Boutella En Rebel Moon

Es verdad que la gran mayoría de películas que se estrenan no dejan de reciclar con mayor o menor fortuna historias que ya se han contado en otras ocasiones, pero lo realmente molesto es cuando te queda la sensación de estar viendo poco más que un refrito de ideas ajenas. Eso es justamente lo que sucede en el caso de 'Rebel Moon Parte 1: La niña del fuego', con el añadido de que en todo momento se toma demasiado en serio a sí misma. Ningún problema con la solemnidad y los aires de grandeza por sí mismos, pero hay que aportar algo más que grandilocuencia visual para evitar que puede ser algo que se le atragante al espectador.

Y es que es evidente que Snyder no iba a decepcionar en el apartado visual, pues siempre ha sido uno de los puntos fuertes de su cine. Aquí resulta apabullante desde la primera aparición del personaje interpretado por Sofia Boutella y su estilo característico se percibe en todo momento, especialmente cuando recurre al uso del ralenti en multitud de escenas de acción para intentar introducir un toque adicional de épica. Por ahí quizá la pega esté en que hay situaciones que deberían ser impresionantes y acaban siendo un poco feas, en parte por los diseños utilizados y en parte por algún detalle de montaje de Dody Dorn.

Eso sí, lo habitual es intentar avasallar al espectador con una sobredosis de estímulos y que sea lo que funcione como principal reclamo, y justo es reconocer que funciona hasta cierto punto para dar más fuerza a lo que no deja de ser una introducción de más de dos horas en esta galaxia muy muy lejana que presenta aquí el director de 'Amanecer de los muertos'. Aunque a veces sea más aparatoso que realmente espectacular, lo que realmente falla en el caso de 'Rebel Moon Parte 1: La niña del fuego' está en otra parte.

Rebel Moon Protagonistas

Los guiones de las películas de Snyder suelen estar plagados de ideas muy ambiciosas ejecutadas de forma mejorable. Eso resulta especialmente evidente en el caso que nos ocupa, ya que la película tiene varios momentos en los que la exposición impera por encima del resto y Snyder se empeña en explicarnos en lugar de mostrarnos, provocando así ciertos apagones narrativos que además lastran de forma irremediable todo el trabajo de construcción de personajes, donde es Boutella quien mejor sabe manejarse con un material bastante flojo -y esa especie de Han Solo de Charlie Hunnam tampoco está mal-.

Ahí justo es destacar que el arranque puede sonar a mil veces visto -y en todo momento no podría ser más obvio qué es lo que va a suceder-, pero Snyder logra darle la suficiente fuerza para que la amenaza que representa el personaje de Ed Skrein deje con ganas de ver cómo Kora (Boutella) hace todo lo que esté en su mano para neutralizarla. Luego la película se convierte ya por completo en lo que uno podría imaginar que sería hacer una versión de 'Los siete samuráis' ambientada en el universo de Star Wars -estoy convencido de que a Snyder le habría encantado con un Texto de Apertura al estilo de los de la saga creada por George Lucas, pero como es demasiado cantoso opta por la voz en off de Anthony Hopkins-.

Claro que hay otras influencias -seguro que no soy el único que acaba viendo al personaje de Staz Nair como una versión bastante endeble de Conan-, pero aquí lo que impera es la estética, prestando especial atención a detalles que deberían enriquecer la función en lugar de convertirse en su única razón de ser. Sí es verdad que se busca cierta sensación de variedad con la visita a diferentes planetas y el reclutamiento de nuevos aliados, pero todo se siente superficial, como si fuera poco más que un truco para reincidir en la misma idea de que la redención funciona como principal eje dramático, pero sin que hasta ahora sus personajes tengan una oportunidad real de lograrla. Como decía antes, estamos ante una introducción de más de horas que al mismo tiempo resulta fatigosa y poco elaborada.

Rebel Moon Netflix

Todo ello además aliñado con un cóctel extraño y que pedía a gritos quizá no una apuesta por lo cómico, pero sí una cierta ligereza para extraer más de aquí. Por ejemplo, el villano interpretado por Skrein roza la caricatura en todo momento, pero al final simplemente acaba reducido una encarnación esquemática del mal puro, aunque no tanto como ese grupo de soldados que deja en el planeta de Kora para mantener vigilados a los granjeros. La sensación de que queda al final es que todos ellos -y aquí pienso también en esa alienígena con mucho deseo sexual o esa madre araña- están ahí simplemente para intentar meter alguna escena chula de acción para mantener el interés del espectador. Y alguna está cerca de serlo.

Lo que queda al final en 'Rebel Moon Parte 1: La niña del fuego' es un amasijo de ideas cogidas de otros sitios y pasadas por el filtro del cine de Snyder. No me cabe duda de que habrá espectadores que acaben encantados de la vida con lo que se les ofrece aquí, pero para mí es uno de los peores trabajos de un director que cada vez tengo más claro que nunca va a lograr superar a su estupenda ópera prima. Con todo, no llega a hacerse realmente pesada y queda la sensación de que lo mejor está por llegar. El problema es que superar lo que hemos podido ver aquí no es demasiado difícil.

Texto:  Mikel Zorrilla                    Foto/Via. Espinof

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