Entre el 18 y el 26 de abril se celebra este año el BCN Film Fest, dedicado a la figura de Yasujiro Ozu, al cual le han reservado la sección "Imprescindibles" con una retrospectiva de un grueso importante de su laureada filmografía, proyectando clásicos como 'Cuentos de Tokio' o 'Primavera tardía'. Entre los más de cincuenta títulos que se pasarán en esta semana de festival, destacan 'Hit Man. Asesino por casualidad', lo último de Richard Linklater, y 'Lo que sucede después', el retorno delante y detrás de las cámaras de Meg Ryan. Ambos estarán presentes en el festival para presentar sus películas, y en el caso de Linklater incluso para ofrecer una charla. Nosotros estaremos ahí para ir contando nuestras impresiones de los títulos que vayamos viendo.
'Phantom Youth': El contexto histórico en el que nos sitúa es interesante, llevándonos a Kosovo en 2007, un poco antes de que se declarase independiente. A la capital de ese país, Pristina, irán las dos protagonistas, buscando huir de su vida actual para encontrar algo de esperanza de futuro a través de las posibilidades que suele dar una ciudad capital. El choque entre lo que esperan encontrar y lo que acaban viendo sucede a los cinco minutos, para convertirse en un coming of age en un ambiente poco amigable.
Lo más destacable es su capacidad para recrear una Pristina en problemas económicos y sociales, consiguiendo crear un entorno creíble para sus personajes. Parte de una premisa interesante que se agota a los treinta minutos de película, para acabar cayendo en lo rutinario y poco estimulante del cine social más genérico. Durante los últimos minutos se siente muy acelerada y su conclusión es demasiado repentina.
No tengo mucho más que decir sobre ella. ****
'Disco, Ibiza, Locomía': La La nueva película de Kike Maillo repasa un capítulo curioso dentro de la historia de la música española: el fenómeno Locomía. Para repasar algo tan especial, el director decide que todo sea exageradamente excesivo. Los personajes, la trama (basada en hechos reales pero con algún que otro cambio) y los recursos visuales que utiliza son los de una película que va a 3000 revoluciones por minuto. Esto, unido a un buen reparto (liderado por un genial Jaime Lorente), buena música (solo faltaría) y un sentido del humor afilado hacen que sea una película muy disfrutona.
El único achaque importante que le doy es su duración, en este caso por durar poco. El exceso continúo hace que tenga un ritmo frenético, pero los personajes necesitaban algún momento de pausa en el que desarrollar su carácter, ya que son personajes con buenas bases pero sin un gran desarrollo, por lo que se quedan todos a medias. En el conjunto de la película funcionan bien, pero para calar más hondo en el espectador hubiesen necesitado un poco más en el aspecto dramático. ******
'Primavera tardía': Primer enfrentamiento de mi vida con el cine de Yasujiro Ozu. No voy a negar que intimida un poco, pero en los primeros cinco minutos de esta película ya se da cuenta uno mismo del tipo de cine que hace el japonés. Costumbrismo del país nipón unido a tramas terrenales con cariz humanista, consiguiendo de esta forma que todos nos podamos sentir identificados aunque la acción esté ubicada en una sociedad tan especial como la japonesa. Impresiona como a través de la sencillez de un plano fijo consigue escenas e imágenes elegantes y muy sensibles, en gran parte gracias a una gran composición cinematográfica.
Chishu Ryu y Setsuko Hara están fantásticos como padre-hija. Gracias a su gran química les hace falta poco para hacernos entender lo que están pensando sus personajes, aunque las palabras que salgan de su boca digan otra cosa. Consiguen, incluso, romper esa barrera que supone enfrentarse a la situación de la mujer en la sociedad japonesa pos-guerra. Es una película preciosa, con un buen equilibrio entre el drama y la comedia, teniendo uno de esos finales con los que tu cabeza hace clic y de repente entiendes todo lo que acabas de ver. No por la complejidad de la trama sino por lo profundo de sus personajes tridimensionales. Una gran película. ********
'La gran escapada': El año pasado en este mismo festival vi 'El viaje de Harold', donde un anciano ejercía un gran peregrinaje para redimirse moralmente con una antigua compañera de trabajo. Este año ha tocado 'La gran escapada' que parte de una premisa muy parecida, cambiando la compañera de trabajo por el 70 aniversario del Día D (desembarco de Normandía en la WWII). No es una película con grandes alardes ni mucho menos es redonda, pero sus toques cómicos consiguen equilibrar la balanza de un drama descaradamente lacrimógeno en algunos tramos. Una película simpática, sobre la redención personal antes de la muerte.
Michael Caine y Glenda Jackson son lo mejor de todo el conjunto, demostrando a sus casi 90 años que siguen (en el caso de Glenda Jackson, seguía, ya que falleció el año pasado) con gasolina en el tanque y son capaces de ofrecer dos actuaciones llenas de intensidad, con una gran vis cómica. ******
'Tokio-Ga': El documental ideal para ver justo después de cualquier película de Ozu. Un homenaje de Wim Wenders hacia la forma de entender el cine que tenía el director japonés. Algunas reflexiones son muy interesantes, otras pecan de grandilocuentes, de creerse más de lo que son. Lo mejor es ver a colaboradores de Ozu, como su actor fetiche Chishu Ryu o su ayudante de cámara Yuharu Astuta, hablar sobre él. Ahí te das cuenta que las palabras que le dedica el propio Wim Wenders a Ozu son poca cosa en comparación con lo que significa para estos colaboradores. Un documental interesante pero que da la sensación de ser un poco improvisado y de cierto afán de protagonismo por parte del Wim Wenders narrador. ******
Por Marc Sacristán García
Via: El séptimo arte
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