BCN Film Fest 2024 - Parte II


 En esta segunda y última crónica hablaré sobre el resto de película que pude ver en el BCN Film Fest 2024. Han sido menos de las que me hubiese gustado por temas que no vienen al caso, pero el balance final es muy positivo, siendo una edición que me ha dado muchas alegrías.

Descubrir (ya iba siendo hora) al maestro del costumbrismo Yasujiro Ozu, apuntar nuevas voces que vienen con mucha fuerza como Thea Hvistendal o tener la suerte de poder asistir a una charla del director estadounidense Richard Linklater son una muestra de que este festival crece año tras año. Estoy expectante por ver cual será el leit motiv del año que viene y que sorpresas tienen guardadas.

Con un breve comentario de cada película, me despido del festival hasta el año que viene.

 

'Cuentos de Tokio': No le voy a descubrir a nadie lo maravillosa que es esta película, apareciendo en todas las listas de "Las 100 mejores películas de la historia" que se hacen de forma repetitiva cada año, pero si puedo describir mi sensación al verla. La sensación de estar viendo algo grande, histórico, de donde han salido muchos recursos e ideas que ya tenemos normalizados en la mayoría de largometrajes. Si en 'Primavera tardía' hablaba de costumbrismo japonés y humanismo, aquí estos dos elementos están elevados al cuadrado. Con una gran diferencia, eso sí: Aquí se empatiza mucho más con los protagonistas.

En 'Primavera tardía' existe una barrera para el espectador, una que consiste en como se percibía a la mujer en aquella época, acrecentada además por tratarse de una japonesa, donde el choque cultural es bastante grande. 'Cuentos de Tokio' trata temas mucho más universales como la familia, la paternidad o el duelo. Siendo claros, en 'Cuentos de Tokio' está todo. Está la vida misma. A pesar de verlo todo desde el prisma de una familia japonesa, dándole además una importancia vital a su cultura, es capaz de teletransportarte a momentos de tu propia vida. Revivir aquellas discusiones con tu padre o escuchar a tus padres renegar de los suyos, pero también aquellas escenas en las que vemos a los protagonistas disfrutar de los pequeños momentos. La frontera entre el documental y la ficción es muy fina en 'Cuentos de Tokio'.

Lo más impresionante de su calado en el espectador es que todo eso lo consigue a través de planos fijos. Ni un travelling, ni un movimiento de cámara. Un plano fijo a ras de suelo, como si nosotros mismos estuviéramos sentados allí, en esa casa. Planos perfectamente encuadrados, al milímetro, y una dirección de actores tan buena que consigue mimetizar a los actores son sus personajes hasta el punto de olvidarse que son personajes ficticios y no reales. De entre todos los sellos de autor que tiene Ozu, el que más me gusta es alargar el plano unos segundos más de lo que sería habitual cuando un escenario se queda vacío, consiguiendo con este detalle hacernos participes absolutos de esos lugares y haciendo que cada uno de ellos sean como un personaje más.

Es una obra maestra, película fundamental en la vida de cualquier aficionado al cine que me gustaría haber visto antes. Nunca es tarde si la dicha es buena, dicen. Yo puedo decir que me he aficionado a Ozu a los treinta años. *********

 

'Descansa en paz': Para poner en situación a quien esté leyendo esto, 'Descansa en paz' adapta el libro con mismo nombre, del escritor sueco John Ajvide Lindqvist, autor de 'Déjame entrar'. Esto no quiere decir que si te gustó 'Déjame entrar' te vaya a gustar 'Descansa en paz', pero si que van a tener elementos en común, como puede ser un ritmo muy pausado y un tono frío, prácticamente gélido. Sirva esto de referencia para saber el tipo de película al que se va a enfrentar aquel que le de una oportunidad a 'Descansa en paz'. No es un visionado fácil, agradable y mucho menos complaciente con el espectador, pero vale la pena pasar por ella.

'Descansa en paz' es el debut en el largometraje de la nórdica Thea Hvistendahl, entrando por la puerta grande. La puesta en escena es lo que más destaca, recordando mucho al potente Kiyoshi Kurosawa de 'Pulse''Cure' o 'Seance', el más turbio y melancólico. Una dirección impresionante y magnética para un guion que no lo es tanto, pero funciona. Es una película de zombies fuera de lo común a la vez que habla sobre lo difícil de decir adiós a un ser querido. Su asfixiante y angustiosa atmósfera no tiene término medio: O te atrapa o la detestas. Yo estoy en el primer grupo. *******

 

'Daaaaaali!': Iba a empezar hablar de 'Daaaaaali!' diciendo que Quentin Dupieux ya no sorprende a nadie, por la cantidad de películas que tiene a sus espaldas y su fidelidad al humor absurdo y surrealista, pero no sería verdad. Todo aquel que conozca al director francés sabe que cuando entra a ver una película suya se encontrará con los mismos temas que lleva tocando a lo largo de su carrera, pero siempre consigue reinventarse de una forma u otra. Aquí se ha aventurado a hacer una película sobre el pintor catalán Salvador Dalí, que de primeras puede sonar a biopic, pero claro, estamos hablando del grande de Quentin Dupieux.

La trama sigue a una joven periodista francesa que intenta entrevistar a Dalí, pero debido al conocido histrionismo del mismo, acaba siendo misión imposible. 'Daaaaaali!' no deja de ser una sucesión de gags con el pintor como protagonista, pero cuando crees que se está empezando a gastar la broma se saca de la manga otra que conecta de alguna forma lo que no estaba teniendo ningún tipo de sentido y empezaba a ser cargante. La libertad que tiene Dupieux en sus películas la tienen muy pocos directores hoy en día, se nota en cada segundo de metraje que está haciendo lo que le da la gana. Algunas veces para bien, otras para mal. Pero si hubiese alguien que le parase los pies, no sería Quentin Dupieux.

No diré que funciona como biopic, porque ni siquiera es su intención, pero su forma de retratar a Dalí a través de diferentes actores de diferentes edades es una curiosa forma de plasmar la locura del pintor y su imprevisibilidad. También da la sensación de plasmar correctamente lo que era el día a día de Dalí, al menos en su cabeza. La del director francés y Dalí es una mezcla que ha tardado mucho en ocurrir teniendo en cuenta lo mucho que encajan. El resultado final de este tandem no es brillante, pero es una dosis de ingenio y libertad creativa que sirve para recordar que aún hay hueco en el cine para mentes inquietas como la de Quentin Dupieux. ******

 

'Hit Man. Asesino por casualidad': Acabamos nuestra aventura en el festival con la última película de Richard Linklater, mucho más cerca de su primera etapa más comercial ('Escuela de rock''Una pandilla de pelotas’'Fast Food Nation', etc.) que de su etapa más indie y arty por la que se ha ganado tantos admiradores en escuelas de cine. Yo adoro las dos vertientes, así que no tengo ningún problema con ello, pero quien espere aquí al Linklater más personal y sensible, se llevará una decepción.

'Hit Man. Asesino por casualidad' es una comedia. Tiene algo de thriller y de crítica social, pero ante todo es una comedia. Una comedia trabajada, con personajes bien escritos y desarrollados con los que poder empatizar. En esto último, el protagonista Gary se lleva la palma gracias a un sorprendente Glen Powell, que se come la pantalla en cada aparición. En 'Cualquiera menos tú' no es que estuviese mal, pero no era la estrella de la función. Contar con Richard Linklater dirigiéndolo también habrá ayudado, al igual que su participación en el guion como co-escritor, pero queda fuera de toda duda el talento que tiene para la actuación. Ya no solo es por la cantidad de diferentes registros que es capaz de interpretar en esta película, es por los detalles en las escenas dramáticas donde interpreta a, simplemente, Gary.

Al final, Linklater consigue una comedia divertida al mismo tiempo que conversa con el espectador sobre Estados Unidos (en esta ocasión sobre su forma de ver el asesinato) a través de unos personajes carismáticos. Un buen y sólido entretenimiento que, algunas veces, se pasa de rosca, aunque sea por el bien de la comedia. *******


Por Marc Sacristán García

Via: El séptimo arte

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