Pasó injustamente desapercibida, pero esta película de uno de los mejores directores japoneses ofrece una fabulosa mirada a la infancia y acaba de llegar al streaming
Los festivales de cine son un escenario muy particular, pero a veces muy necesario para dar un escaparate a esa clase de producciones pequeñas o de autor que no van a encontrar mayor apoyo fuera de esas cuatro esquinas. E incluso eso puede no ser suficiente a menos que se trate de un caso de fenómeno arrollador.
Los casos de ‘Anatomía de una caída’ o ‘La zona de interés’ son éxitos muy agradecidos, pero fuera de lo común. Otras películas que coinciden en la misma edición de Cannes 2023 podrían haber corrido su suerte, pero en su lugar han quedado algo oscurecidas sin que quede muy claro el motivo. Como le ha pasado a la película ‘Monstruo’.
Dónde está la verdad
El japonés nos cuenta esta historia siguiendo tres perspectivas diferentes. La primera sigue a la madre de un niño que empieza a comportarse de manera extraña y todo parece venir de lo que sucede en la escuela con un profesor. La segunda nos muestra la difícil relación de este profesor con el alumno, y el inicio de su persecución en cuanto surgen acusaciones. La última es ya la historia desde el punto de vista del niño y la inesperada relación que forja con un alumno que es maltratado en el colegio.
A pesar de la fácil comparación con un clásico japonés con diferentes puntos de vista de una misma historia como es ‘Rashomon’, no hay aquí una realidad difuminada por la imposibilidad de distinguir la verdadera historia. En su lugar, Koreeda va aprovechando estas diferentes capas narrativas para ir mostrando la verdad dentro de las inseguridades de cada protagonista, con cada perspectiva contribuyendo a completar la historia.
‘Monstruo’: la belleza en la infancia
Se nota una ambición diferente del cineasta, que dirige por primera vez desde los noventa un guion no escrito por él. Su habilidad de hacer cine social y humano que indague entre matices y grises que experimentan sus personajes aquí parece tener una intención más evidente, tratando de desmontar barreras existentes entre adultos y niños incluso cuando los primeros intentan proteger a los segundos, y también hace una preciosa historia de descubrimiento juvenil fuera de lo normativo.
Su único problema, por así decirlo, es que resulta más sencillo comparar ‘Monstruo’ con más cine internacional que con la propia filmografía de Koreeda. Su mirada a la infancia la pudimos ver también en ‘Close’, y esa indagación en la verdad en un relato también emergía en ‘Un héroe’, ambas siendo más redondas en el proceso. Aun así, es una película muy destacable que consigue ser hermosa sin juzgar a sus personajes, y hasta puede conmover profundamente al espectador.
Texto: Pedro Gallego Foto/Via. Espinof
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