"Quentin se convirtió en algo totalmente distinto". La película que Tarantino quiere que todos olvidemos, un desastre anunciado desde el minuto uno


 Quentin Tarantino lleva bastantes años diciendo que va a retirarse después de su décima película -honor que, salvo cambio de última hora, irá a manos de 'The Movie Critic'-. Sin embargo, hay varias excepciones a la hora de contarles, pues siempre ha dejado fuera 'My Best Friend's Birthday' y las dos películas de 'Kill Bill' cuentan como solamente una. Además, hay otro título en el que participó justo después de hacer 'Pulp Fiction' y que no incluye en su filmografía: 'Four Rooms'

'Four Rooms' es una película dividida en cuatro episodios, cada uno de ellos dirigido por un director. El primero lo firma Allison Anders, el segundo Alexandre Rockwell, el tercero Robert Rodriguez y el último es del que se ocupa Tarantino. El único hilo conductor de la película es que transcurre en un hotel y que en todas las historias aparece Tim Roth como un botones de lo más peculiar.

Historia de un desastre

Four Rooms

Vapuleada por la crítica en el momento de su estreno e ignorada por el público, parece lógico que Tarantino no suela hablar nunca de ella. Además, el hecho de ser una antología es la excusa perfecta para no incluirla entre sus otros trabajos, pero me da que la tensión que hubo durante su realización también tiene bastante que ver.

Por lo pronto, la película era originalmente 'Five Rooms', pero Richard Linklater se bajó del barco antes de que la película saliera adelante de forma definitiva. De hecho, Tarantino también estuvo a punto de dejarla, aduciendo que el stress provocado por todo lo relacionado con 'Pulp Fiction'. La presión ejercida por Anders, que era su ex, resultó definitivo para que se quedase, tal y como comentaba Rockwell en un artículo publicado en 1995 en la revista Premiere:

"Allison apeló a su sentido de la lealtad. Y le humilló y avergonzó. Muy buenos motivadores."

Todo eso tuvo sus consecuencias después, ya que Anders y Rockwell se vieron obligados a recortar de forma notable sus segmentos, algo clave para que fueran vistos en todo momento como los eslabones débiles de la película. Tampoco ayudó que 'Four Rooms' fuese finalmente una producción de Miramax, pues Anders recordaba en el libro 'Sexo, mentiras y Hollywood' que "una vez que la película fue a Miramax, pasó a ser algo totalmente distinto. Porque Quentin se convirtió en algo totalmente distinto".

Four Rooms

Rockwell señalaba en el mismo libro que él fue el impulsor de la película, pero que una vez comenzó el rodaje, todo cambió: "Yo fui quien lanzó la idea y era uno de los productores ejecutivos, pero si quería un mondadientes o una taza de café, me decían: ‘Mejor consultarlo con Quentin’. Siempre estaban cuestionándome".

Además de que se aprobó la primera versión del guion sin dar a opción a cambios, algo que horrorizó a Anders, los problemas fueron a más cuando llegó la hora de cuadrar la duración. Ya he señalado antes que fueron las historias de Rockwell y Anders las únicas que sufrieron cortes, algo que ella resume así:

"Si Quentin no hubiera sido tan famoso, si todos hubiéramos podido estar al mismo nivel, él también tendría que haber tenido que acortar su parte."

Tampoco ayudó que Harvey Weinstein despreciase abiertamente a Anders y Rockwell, algo que incluso llevó a que recortase más escenas de la historia de ella a sus espaldas. Todo eso llevó a que se negase a participar en la campaña promocional y a que confrontase directamente a Tarantino:

"Quentin y yo pasamos una época difícil. Dentro de cincuenta años seguiré queriendo ser su amiga, pero él no crecerá si todo el mundo sigue besándole el culo. Le dije: ‘¿Qué prefieres, que hagamos una película maravillosa o que todos te besemos el culo?’. Y me respondió: ‘La verdad, me gustaría que me besarais un poquito el culo’."

Anders y Rockwell nunca volverían a trabajar con Tarantino, aunque este último sí volvía a colaborar en varias ocasiones con Rodriguez. De hecho, la experiencia aciaga de 'Four Rooms' quedó rápidamente en el olvido gracias al éxito de 'Abierto hasta el amanecer', cuyo estreno tuvo lugar menos de un mes después del de 'Four Rooms'.

Imagen portada: Gage Skidmore

Texto:  Mikel Zorrilla                           Foito/Via. Espinof 

 

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