'La casa del dragón' (2x06) - Cómo entrenar (y no) a tu dragón en un episodio de alta tensión para abrir el acto final de la temporada
Sexto episodio de 'La casa del dragón' (House of the Dragon) y la temporada 2 de la serie de HBO está entrando ya en su tercer acto y yo tengo serias dudas de que todo lo que se nos ha estado anticipando vaya a ocurrir en las dos horas que faltan. Pero elucubraciones aparte, nos hemos encontrado con un capítulo que, a pesar de su falta de acción, tiene toda la tensión que escaseaba en el de la semana pasada. Pero vayamos a repasar qué ha pasado.
A partir de aquí spoilers de 'Populacho', el episodio 2x06 de 'La casa del dragón'.
El episodio comienza con una osadía: Jason Lannister (Jefferson Hall) arriba a Colmillo dorado y antes de partir hacia Harrenhal demanda la escolta de Aemond (Ewan Mitchell) y Vhagar. Algo, por supuesto, que no se toma bien el actual regente, quien se pone a agitar las aguas: contactar con la Triarquía para "suavizar" el bloqueo... y una nueva reforma en su Consejo: despedir a Alicent (Olivia Cooke).
Si bien no vemos a Ifans en este episodio, sí que tenemos un regreso (desde la temporada 1). Paddy Considine vuelve a ponerse en la piel del hermanísimo rey Viserys para reprochar, de nuevo, a un Daemon (Matt Smith) que ya está en plena fase de paranoia. No es para menos ya que cada día que pasa en Harrenhal le está carcomiendo la psique y el ánimo... y después del revés al ponerse en contra a buena parte de los señores de las Tierras de los ríos no está para muchas.
En lo que está a punto de mandarlo todo a tomar por saco llega nuestra Alys Ríos (Gayle Rankin) con un presagio sobre la casa dominante de la zona, los Tully: «en tres días, el viento cambiará». Como veremos posteriormente, dicho y hecho, ya que tras otra ensoñación con su hermano, llega la noticia de que Grover Tully ha fallecido. No se sabe bien cómo pero, casualidades de la vida, la misteriosa mujer se contaba entre sus sanadoras.
Dragones poco receptivos
En Rocadragón, Rhaenyra sorprende al Consejo al llamar a Ser Steffon, cuya tatarabuela fue princesa Targaryen. Es hora de probar el plan de las semillas de dragón con el leal guardia, para el que es un completo honor poder ser jinete. Eso sí... sale mal. En una escena tensa en la que se invoca a Bruma, el lazo no solo no se produce sino que escupe fuego. Nueva baja en el bando negro.
El episodio también tiene tiempo para llevarnos por otros sitios: en Marcaderiva a Alyn de la Quilla (Abubakar Salim), a quien vemos que, efectivamente, se afeita la cabeza para que no quede rastro de pelo blanco, no le hace mucha gracia el navegar junto a la Serpiente Marina (Steven Touissant). En el Valle, Rhaena (Phoebe Campbell) descubre que ha sido engañada y que hay un dragón pululando por Nido de Águilas. Esto, por cierto, podría confirmar la teoría de que la muchacha sería el token de Ortigas (la semilla de dragón que falta)... sobre todo si este dragón resulta ser Robaovejas.
Volviendo a Desembarco del rey, tenemos un par de Aegon (Tom Glynn-Carney) despierta del coma y un amenazante Aemond trata con él para que no recuerde lo que pasó. No será lo único que haga: a Larys (Matthew Needham) le sale mal la jugada de postularse como nueva Mano ya que su Alteza tiene otro hombre en mente: Otto Hightower (Rhys Ifans).
Por otro lado, por fin vemos ejecutarse el plan maestro de Mysaria (Sonoya Mizuno) y Rhaenyra. Ya se nos advertía que se iba a tirar por el tema de ganarse al populacho y lo hace como se ha hecho de toda la vida: siendo quien llene la barriga a la gente humilde. Después de esparcir rumores sobre la opulencia en la Fortaleza Roja, de ser testigos de cómo mientras no tienen nada que llevarse a la boca los dragones banquetean corderos, con las primeras luces del alba llegan barcas llenas de comida con el estandarte negro.
El mensaje está claro, telegrafiado: la reina Rhaenyra es la que se preocupa por ellos. Esto nos lleva a algo de disturbios en los que todo el mundo quiere un trozo de la comida enviada y de repente nos encontramos con una escena que espeja la que vivimos en el episodio 2 con la marcha funeraria. La empatía y el amor que los habitantes de Desembarco del Rey mostraban a Alicent y Helaena (Phia Saban) se han desvanecido y las acorralan y vapulean en cuanto salen del septo.
Una pequeña victoria que llega en un momento en el que siguen las cosas un poco bajas de confianza en Rocadragón... y más aún cuando el primer intento de que un semilla de dragón domeñe una de estas bestias ha salido fatal. Parece que la única que entiende a la reina es Mysaria quien le confiesa el origen de sus cicatrices para después suceder la chispa del romance lésbico. Unos besos que serán interrumpidos con la noticia de que se ha visto a Bruma volando... con un jinete.
Una nueva tras la cual Rhaenyra sale rauda y veloz a lomos de su dragona para conocer, finalmente, al elegido. Suponemos (porque tras la secuencia no se muestra) que se trata de Addam de la Quilla (o de Casco). Pero ese encuentro tendrá que esperar a la semana que viene.
Texto: Albertini fotos/Via: espinof
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