Siempre que voy a una de estas proyecciones "especiales" me pregunto lo mismo: Ni entiendo ni quiero entender por qué no se proyectan más a menudo series de televisión en las salas de cine. Series como sin ir más lejos 'El señor de los anillos: Los anillos de poder'. Ya pueda gustar más o gustar menos, es incuestionable que cada dólar invertido -y se han invertido muchos- se ve en pantalla; aún más en una de cine en la que su potente acabado audiovisual luce a las mil maravillas, es posible que bastante por encima de la propia serie.
Sin nada que envidiar a una de tantas superproducciones cinematográficas, a menudo no tan cuidadas como al menos en lo ornamental lo está 'El señor de los anillos: Los anillos de poder', serie que en su segunda temporada por lo visto en sus dos primeros episodios parece asentarse sobre los mismos pilares de la primera: Su exquisito e impoluto acabado audiovisual, la onmipresencia de la banda sonora de Bear McCreary, la riqueza tangencial del mundo creado por Tolkien y el constante influjo de un Saurón ya de cuerpo más que presente.
En realidad lo esperable: La aparente y lógica apuesta por la continuidad, en una serie que se presenta muy sólida, solvente, segura y cómoda en su cariz conservador. Nada que objetar salvo que, por descontado, seamos demasiado puristas en función de nuestro conocimiento de la obra de Tolkien o nos siga pareciendo que no es suficiente aunque, en verdad, sea más que suficiente. O más que de sobra vista y oída en una sala de cine, donde como superproducción televisiva le saca los colores a muchas superproducciones cinematográficas.
La serie no es desde luego tan rotunda o concluyente como parece estar obligada a ser, si bien en líneas generales es y me sigue pareciendo bastante satisfactoria, cumpliendo al menos conmigo en la medida que espero y le pido. Aunque haya cosas que pulir ninguna es tan importante como para dejar de disfrutar, en mi caso en gran medida. Son "cosillas" que se van compensando, y con creces, a la espera de ver cómo evoluciona la serie en los restantes episodios de una segunda temporada con mucho margen de mejora...
... aunque a decir verdad, sea improbable un milagro viendo sus dos primeros episodios de la segunda temporada, entendido esto de cara a los que llegaron hasta el final de la primera por inercia desapasionada. No creo que sea -al menos de momento- una serie como para alabar o criticar en exceso, siendo algo parecido a un blockbuster televisivo muy resultón pero poco valiente, resuelto con mucha profesionalidad pero sin ese punto de magia, nervio o suerte que incita al entusiasmo a veces desmedido, a veces no tan desmedido.
Pero 'El señor de los anillos: Los anillos de poder' tiene cosas, como un mundo que apetece explorar o personajes que apetece conocer. Tiene una factura audiovisual exquisita, de entre lo mejor que se ha visto en televisión o en una sala de cine, y una potente banda sonora de Bear McCreary. O el rico mundo creado por Tolkien como telón de fondo, por más que esto sea a su vez su punto más débil: El legado y una gran inversión que la obligan a asentarse en ese notable que no termina de alcanzar... ni de parecer arriesgarse a alcanzar.
Por Juan Pairet Iglesias
VIA: EL SÉPTIMO ARTE
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