En sus rodajes Nolan siempre lleva un cacharro extraño en el cuello. Es una reliquia tecnológica que ningún otro cineasta de Hollywood usa


 Pese a sus 54 años Christopher Nolan lleva mucho tiempo recordándonos que es bastante abuelete. Es sabido su particular gusto por lo vintage y lo analógico hasta un punto extremo. El cineasta británico ni siquiera tiene un smartphone o una dirección de e-mail.

Para demostrar que esto no es una postura sino una filosofía de vida, Nolan aplica esto hasta en su equipo para los rodajes. Pese a las carísimas cámaras IMAX que pueblan algunas de sus producciones como 'Interstellar' u 'Oppenheimer' , siempre colgado del cuello el director tiene uno de sus aliados principales para dirigir: una televisión portátil Casio EV-4500 que utiliza para supervisar sus planos.

El aparato, que ni siquiera se vende actualmente y solo se puede encontrar de segunda mano, es una reliquia que en su momento los consumidores habrían tenido en su encimera para ver la televisión mientras cocinaban o en su cuarto para verla antes de dormir, pero que Nolan sigue usando religiosamente en sus producciones de presupuestos millonarios.

¿De qué sirve una vieja televisión portátil con una cámara IMAX?

Nolan Casio

Comercializada durante los noventa y los dosmil, la televisión es de apenas 4 pulgadas con pantalla LCD. Su resolución de 405x305 no es precisamente puntera. Su formato de pantalla 4:3 no lo hace ideal para los brutos que exportan sus cámaras y su autonomía es de unas 4-5 horas antes de tener que cambiarle las pilas. ¿Dónde está el truco entonces? ¿Cuál es la ventaja de usar esto frente a monitores más modernos como la mayoría de directores?

La respuesta es… ninguna. Nolan simplemente parece disfrutar este aparato. A su favor hay que decir que se ha buscado un sistema rudimentario pero funcional. Las cámaras IMAX que usa su equipo están modificadas con un adaptador que emite ondas UHF/VHF y el monitor tiene una antena que le permite recibirlas. Nolan está esencialmente viendo la televisión en tiempo real con los planos que graba.

En el trasvase la imagen pierde por supuesto muchísima calidad, los brutos que graba una cámara IMAX pierden color y resolución cuando se ven en la Casio, pero siendo justos, es una nitidez que el cineasta no necesita en el momento, y la imagen es perfectamente válida para apreciar la composición del plano que será lo más importante para él durante el rodaje. Desde luego es un apaño que cualquier cineasta contemporáneo miraría con cinismo, pero no se puede negar el resultado.

Imágenes: Warner Bros.

Texto;  Miguel Solo                                 Foto/via: Espinof

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