REVIEW: Black Doves – Temporada 1.
Terminamos un buen 2024 para Netflix con el lanzamiento de la primera temporada de Black Doves (Palomas negras), sin duda su nueva producción original más destacable de este mes de diciembre. Aunque el resultado acabe siendo el que es. Producida por SISTER, la compañía británica responsable de series como Chernobyl (HBO), Gangs of London (Sky) o la recién cancelada KAOS, también del gigante del streaming, hablamos de un ambicioso drama de espías que si por algo llama la atención a primera vista es por su reparto: Keira Knightley, Sarah Lancashire y Ben Whishaw. Creada y escrita por Joe Barton (Giri/Haji), la serie, ambientada en plenas Navidades, como no podía ser de otra forma, nos propone un mundo lleno de acción y un correcto panorama de suspense político mezclado con una trama focalizada en la típica conspiración a gran escala que gira en torno a la amistad y el sacrificio. Interesante. Sobre el papel.
Keira Knightley interpreta a Helen Webb, una de las operativas más importantes de una organización clandestina de espionaje conocida como ‘Black Doves’. La mecánica es sencilla y no dista demasiado de la puesta en escena de cualquier serie de espías: una agencia dedicada a recabar secretos, tecnología y demás clásicos del mundo de la inteligencia para luego venderlos al mejor postor, sea quien sea, China, Rusia o incluso su propio país. El dinero manda y todo lo demás es secundario. La cabeza visible de la misma es Reed (Sarah Lancashire), directora de operaciones y también la persona que reclutó a Helen años atrás. En su día, nuestra protagonista conquistó el corazón de Wallace (Andrew Buchan), un prominente político londinense que con el paso de los años fue escalando la pirámide hasta obtener su actual cargo, Secretario de Estado de Defensa. Ambicioso aspirante a convertirse algún día en Primer Ministro, Wallace lleva ocho años casado con Helen y son padres de dos hijos. Lo que no sabe es lo que ocurre en la sombras de su casa. ¿Porqué os he dicho que es una de las operativas más importantes de la organización? La respuesta es simple, Helen tiene acceso a muchísima información confidencial y lleva años recopilándola para Reed. Podríamos decir que es la principal fuente de la que bebe la enigmática y veterana espía que lleva años dirigiéndola como si de una marioneta se tratara. Pero Helen no es tonta. Es una especialista de este juego y tiene sus propios ases en la manga.
La serie arranca durante la noche en la que se producen tres asesinatos casi simultáneos en la capital británica. Una de las víctimas es Jason (Andrew Koji), quien, además de ser el amor y amante secreto de Helen, estaba metido en algo turbio, algo que acabó costándole la vida. Abatida por la pérdida de la única persona del mundo con la que era capaz de sentirse ella misma, Helen acaba sumergida en una conspiración a gran escala, alimentada por una fuerte sed de venganza y rodeada de peligros en cualquier rincón de la ciudad. Consciente tanto de su valía como del embrollo en el que se ha metido, Reed llama a Sam (Ben Whishaw) para que la proteja, un despiadado asesino a sueldo con el que Helen comparte pasado; profesional, letal… y solitario. ¿Os recuerda a alguien? Enseguida profundizamos un poco más en esto. Obviamente la cosa se complica y ambos se embarcan en una arriesgada y sangrienta odisea que pondrá a prueba sus alianzas y que obligará a ambos a enfrentarse a sus respectivos demonios del pasado -los cuales también exploramos en cada episodio- si quieren salir con vida de la misma.
Igual que la serie explora a través de la vida de Helen la vertiente más política de su trama, aprovecha el personaje de Sam para profundizar un poco más en el mundo del crimen más puro, y lo hace a través de un curioso grupo de asesinos a sueldo encabezado por Lenny (Kathryn Hunter), otra veterana de esto, el equivalente a Reed con Helen, quien en su día fue la que le introdujo en un negocio en el que la lealtad y la eficacia son sus principales requisitos. Sam trabaja a menudo con Williams (Ella Lily Hyland) y Eleanor (Gabrielle Creevy), dos jóvenes sin demasiados miramiento y con muchas ganas de matar; grandes aspirantes a convertirse en las reinas y las psicópatas número uno de los submundos de Londres. Su presencia va ganando fuerza con el paso de los capítulos y aunque tampoco es que tengan la historia más interesante de la serie, sirven como un aceptable añadido a la trama principal. Les falla un poco el toque este de humor oscuro con el que les ha tocado cargar pero ni tan mal. Funciona que es lo más importante.
Pese a ser un cliché con patas, ‘Black Doves’ es una serie de espías bastante entretenida, sencilla pero eficaz en cuanto a desarrollo. Sin embargo, su principal pecado es una insistencia desmedida en profundizar en sus personajes secundarios. Cuesta tomártelos en serio y la verdad es que el interés que generan es escaso. Sí, ayudan a comprender el presente y todo eso, lo de siempre, pero creo no lo han enfocado de la mejor forma que podrían haber elegido.
Con sus altibajos, Sam es el mejor personajes de la serie… gracias en gran parte a la convincente interpretación de Ben Whishaw. Helen es disfrutable y Knightley hace un buen trabajo con ella, pero siempre me deja más cerca de Dakota Johnson en Madam Web que de Villanelle (references) o de cualquier otra espía/asesina de relevancia. A eso me refería antes. No me parece mal -para nada- que Netflix quiera tener su propia gran serie de espías y menos en una época en la que ficciones como Slow Horses (Apple TV+), Lioness (Paramount+) o Jack Ryan (Prime Video) han vuelto a darle un importante impulso al género, y tampoco me parece mala idea que hayan decidido tomar Killing Eve (BBC America) como referencia. No a grandes rasgos pero si en múltiples elementos. Lo que si que considero es que, como digo siempre, las comparaciones son odiosos, y en ellas va a perder. Tampoco es tan difícil ser original. Aunque no lo parezca. No quiero decir que ‘Black Doves’ sea una castaña ni nada por el estilo. De hecho, aunque me ha costado un poco más de lo que hubiera querido cogerle el truco, al final se acaba redimiendo de un arranque más bien torpe hasta incluso sorprender en algunos detalles. Sin embargo, la veo… mejorable en muchos aspectos. Es capaz de andar por si sola y tiene potencial. Con eso me quedo. Veremos qué nos tienen preparado para su segunda temporada, ya confirmada según Netflix.
‘Black Doves’ estará disponible en Netflix a partir del 5 de diciembre 2024.
NOTA DE LA TEMPORADA: 6.8/10
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