Ha fallecido Terence Stamp, pero siempre lo recordaremos por un carisma enorme que le llevó a liderar uno de los mejores thrillers de los 90


 Hoy nos hemos despertado con una noticia tan terrible como la muerte de Terence Stamp, que a los 87 años se va dejando atrás un estimable legado como artista de culto en el cine. Leyenda en el cine británico clásico, así como secundario de oro en producciones americanas o incluso liderando españolas como en ‘Beltenebros’, ha ido dejando momentos de sobra para ser recordado.

Es imposible no pensar en parte en su rol más famoso, otorgando carácter único al personaje del General Zod en las primeras películas de ‘Superman’, o en ese tardío rol revolucionario que fue el de 'Las aventuras de Priscilla, reina del desierto'. No obstante, los que llegamos a verlo en una película como ‘El halcón inglés’ lo tenemos siempre en la mente como un implacable antihéroe de cine neo-noir.

El ave feroz vuela por última vez

Stamp vuelca su carisma inigualable al frente de un modesto pero excelente thriller de la década de los noventa que dirigió Steven Soderbergh en su apogeo. Una película hecha a su medida prácticamente, por lo que la hace perfecta para recordarle en un día así, algo que se puede hacer viéndola en streaming a través del canal Lionsgate de Amazon Prime Video.

Un misterioso hombre inglés llamado Wilson vuela a Los Ángeles tras pasar casi una década en prisión. Su objetivo es claro: cobrarse la venganza por la muerte de su hija, aunque tenga que enfrentarse a todas las hordas criminales de la ciudad californiana. No dudará en dejar su huella británica en la soleada localidad.

Soderbergh toma un interesante guion de crimen y venganza al que decide darle unas cuantas capas extra metatextuales aprovechando el pasado de su estrella en otras películas de este corte en su juventud. Los cortes a escenas de ‘Pobre vaca’ ayudan a configurar un personaje con pasado elusivo pero complejo que queda aún más revuelto con el montaje no lineal del director.

‘El halcón inglés’: un pasado complejo

El Halcon Ingles 1999 Steven Soderbergh

No pocos verán excesiva complicación para lo que debería ser una historia directa de “vengazamática”, pero Soderbergh nunca se conforma con hacer la versión más lineal y sencilla de las películas que hace. No por ello deja de hacerlas entretenidísimas y exquisitas, cosa que logra a través del difuminado eco de la memoria que se trastoca y hace más interesante al personaje.


Uno que consigue tomar cuerpo y carácter a pesar de estos movimientos a través del tiempo del montaje, y es gracias al profesionalismo intachable de Terence Stamp. Sus gestos y miradas proporcionan una gran cantidad de información sobre este peculiar protagonista y da alas a una película que remueve bien los códigos del noir con irreverencia de arte y ensayo del cine indie de los noventa. Una joya imprescindible que exhibe por qué estábamos ante un actor inigualable.

TEXTO: Pedro Gallego                                      FOTO/VIA:Espinof

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