La temporada 3 de 'Fundación' tiene un final que lo cambia todo. El creador de la serie explica su momento más desgarrador
Madre mía, cuantísimas cosas han pasado en el episodio 3x10 de 'Fundación'. La adaptación de las novelas de Isaac Asimov ha llegado a la conclusión de su tercera temporada con una cantidad de giros por actos del episodio que ha cambiado para siempre la serie. Por supuesto, a partir de aquí, spoilers del final de temporada, titulado 'La oscuridad'.
Prácticamente lo más interesante de este final de temporada no ha sido el enfrentamiento definitivo entre Gaal (Lou Llobell) y El Mulo (Pilou Asbæk) y esa revelación sobre qué pasó realmente en Rossem, sino lo que está pasando, mientras tanto, en Trantor. Ya íbamos viendo poco a poco cómo Hermano Descenso (Michael Mann) estaba quizás tonteando demasiado con la idea de no decir adiós a este mundo, tal como corresponde a la dinastía cleónica.
Autogolpe de estado
Mientras Día (Lee Pace) regresa a palacio con la cabeza de robot. Tras la emoción de Demerzel (Laura Birn) ambos intentan ver si sería posible activarla sin sobreescribir la programación de Cleon I y/o las directivas imperiales. Tras hablarlo, Día decide ser él quien ponga en marcha el cráneo robótico. En esto estará cuando la dama note que algo está pasando en la sala de clonación: debe irse... Día le sigue.
Lo que se encuentran es un espectáculo dantesco, tal como presenciamos en una secuencia anterior. Un trastornado Descenso que ha dicho hasta aquí y ejerce un ¿auto? golpe de estado cargándose a todos los clones de la dinastía: llueven cuerpos de toda la torre. Cuando Demerzel llega, Imperio está sujetando al bebé que debería ser Despunte y pone a la robot en una situación imposible: debe sacrificarse para intentar salvar al bebé, tal como impone su directiva.
Un sacrificio que explica el creador de la serie y coguionista del episodio final junto a Jane Espenson, David S. Goyer. Hablando para /Film, el creativo aseguró que esta temporada servía de arco de redención de Día, que casi libera a Demerzel de la programación que la esclavizaba, además de una muestra de una auténtica caída del Imperio.
Para Goyer, la libertad de Demerzel llegó con la destrucción de los tanques:
«El acto que realmente libera [a Demerzel] es Descenso destruyendo los tanques de clones, porque una vez que esos tanques de clones y ese bebé están muertos, ya no hay dinastía genética. No hay nada que proteger. Así que la ironía es que podría haber sido libre ahí, pero Descenso no cree que, una vez que ella esté libre, se ponga necesariamente de su lado. Así que le surge la idea de destruir tanto a ella como a los tanques de clones. Simplemente me gusta esa trágica ironía de Día cambiando como personaje y volviéndose altruista y Demerzel siendo libre, pero que el momento en el que es libre es también el momento que muere.»
¿RIP Demerzel?
Que realmente haya muerto Demerzel es algo a plantearse solo por el mismo hecho de que, efectivamente, es un robot que ha logrado sobrevivir miles de años y se ha convertido en, tal como vimos episodios atrás, material de leyenda. En este sentido, algún que otro fan ya ha captado que el destello de los ojos en la agónica robot deletrea "Transferido" en código morse.
La temporada termina, pues, con Gaal cayendo en picado y siendo (aparentemente) rescatada; el Mulo siendo revelado en la figura de Bayta (Synnøve Karlsen) con más ganas de guerra y Descenso en posesión del Prime Radiant. No solo eso, sino, después de hablar con Demerzel, también Felice Quent (Cherry Jones) llegando a la biblioteca y siendo recibida por la relocalizada Segunda Fundación.
Pero el epílogo nos deja otro gran giro: en la habitación de Demerzel, la cabeza de robot envía una señal, que es recibida por Kalle (Rowena King) en una luna lejana. Un robot está con ella sorprendido de que no provenga de Demerzel. Sin embargo, todas las piezas están en su sitio, concluyen desde su base... en la Luna terráqua. Para saber qué piezas y qué papel tendrá el abandonado planeta Tierra y los presuntamente extintos robots, tendremos que esperar a la próxima temporada.
Texto: Albertini Foto/Via. Espinof
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