Bienvenidos a la primera de las crónicas que vamos a dedicar día tras día a la edición número 70 de la Seminci - Semana Internacional de Cine de Valladolid, la tercera que un servidor cubre para El Séptimo Arte.
'Valor sentimental' - Joachim Trier consiguió algo realmente admirable con 'La peor persona del mundo', uno de esos "fenómenos" que acaban definiendo una carrera. Lejos de repetir la jugada presenta ahora un melodrama -no exento de humor- con claros ecos a Ibsen y Bergman (referentes "de por sí") que, ante todo, se erige en una producción muy sólida. Trier sabe lo que quiere contar y cómo hacerlo. Se siente seguro, firme y decidido, lo que es 'Valor sentimental', un filme seguro, firme y decidido que entreteje el arte y la familia, la vida en sí misma y una casa a la que podamos llamar hogar. Un filme de una virtud incuestionable, con un reparto a la altura a la que sólo modera su relativa falta de transgresión: la derivada de una ferrea convicción tan consistente como a la vez, tan consecuente consigo misma que a nivel emocional no es capaz de desbordar su autoimpuesto cauce de lógica (y obvia) lucidez. *******
'The Mastermind' - La última de Kelly Reichardt dura más de 100 minutos... pero podría haber durado menos de 80, que no hubiera pasado nada. Porque puesta sobre plano, es una película tan sencilla que acaba quedando definida -de forma acertada pero también un poco injusta- por una palabra: peñazo. Una película demasiado sencilla y minimalista que deriva en un "peñazo" harto dilatado en el que no parece pasar gran cosa; peor, no parece tener mayor fundamento que ser un ejercicio de estilo tan estilizado y convincente como relativamente vacío y gratuito. A la película le falta sustancia que ayude a justificar un ritmo tan laxo y contemplativo. Josh O'Connor deambula sin más, de maestro del crimen amateur a fugitivo igual de amateur sin que nada parezca importar o ser relevante, hasta que la película se termina de una manera tan anticlimática como intrascendente que roza el troleo. ******
'Tres adioses' - En palabras de la propia Isabel Coixet, se trata de "hablar no tanto sobre cómo morir bien, sino cómo vivir sabiendo que vamos a morir". Una película cuya dificultad residía en trasladar a la gran pantalla un libro caótico e inacabado... siendo estas, precisamente, dos de las características que más resaltan de esta producción altamente dispersa y descompensada que pretende abarcar mucho, pero que a la hora de la verdad aprieta muy poco. Coixet cambia de foco, de personajes e incluso de subtrama un tanto aleatoriamente y de manera continua, picoteando un poco de aquí y de allí, pero sin desarrollar, poner en valor o hacerse fuerte en ningún aspecto en particular. Cuesta pillar una referencia cuando la propia película no es capaz de asentarse sobre ninguna, y de esta forma crecer de alguna manera en la que no crece de la que pueda brotar alguna emoción que ni amenaza con brotar. ******
'Father Mother Sister Brother' - La última de Jim Jarmusch está descrita como "tres historias sobre relaciones distantes entre padres e hijos. Todas tienen lugar en la actualidad, pero cada una en un país diferente. La película es un estudio de personajes, tranquilo, observacional y sin prejuicios. Una comedia, pero entretejida con hilos de melancolía". Si usted lo dice... partiendo de la base de que la única de Jarmusch que me ha dicho algo es 'Paterson', la última tampoco me ha dicho nada. Veo a los actores dando la cara y unos cromas horribles; veo tres secuencias conversacionales que aburrir no aburren, pero que no tienen nada de especial o particular. Unos hijos que visitan a su padre, unas hijas que visitan a su madre, dos mellizos que visitan la casa vacía de sus padres recién fallecidos. La película, una anécdota más que una película sale por donde ha entrado, sin más. Sin hacer ruido; sin causar revuelo; sin dejar poso. *****
Continuará...
Via: El séptimo arte

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