70 Seminci - Parte IV


 Bienvenidos a la cuarta de las crónicas que vamos a dedicar día tras día a la edición número 70 de la Seminci - Semana Internacional de Cine de Valladolid, la tercera que un servidor cubre para El Séptimo Arte.

 

'Good Boy' - Stephen Graham es un notable actor con el que uno siempre agradece encontrarse. Pero su sola presencia no garantiza nada, como ya hemos podido ver en películas como 'Venom: El último baile'... una mención nada casual, ya que la primera película que Jan Komasa ha rodado en inglés es tan poco creíble como todo el Universo Marvel de Sony. Ese es su gran problema, que no el único: su escasa credibilidad, ya no sólo como thriller sino también como drama... o como la comedia negra que pedía a gritos ser. Una a ser posible con algo de mala leche o perversión. No ayuda su contención y moderación, tan para todos los públicos que parece el atemperado remake hollywoodiense de una película de Michael Haneke para la sobremesa de los domingos. 'Good Boy' es insípida, flácida e inocua, incapaz de rascar algo de provecho de una película que no cuela ni en Sitges. **** 

 

'Lionel' - Hay pelis que surgen en torno a personas reales que se interpretan a sí mismas. Por ejemplo, 'Carmina o revienta'. Es el caso de la ópera prima de Carlos Saiz, la cual surge de la particular relación que mantiene su amigo Lionel con su no menos particular padre, también llamado Lionel. "El día que conocí a Lionel sentí el impulso de retratarlo a través del cine", asegura el propio Saiz, que ya exploró el tema en el cortometraje 'La hoguera', de 2018. Lo cierto es que los Lionel se bastan para sostener este ameno y sencillo largometraje, en especial un progenitor tan entrañable como cansino. Uno de esos personajes que si no fueran "de verdad" se sentirían sobreactuados. Pero lo es, y esa autenticidad le da fundamento y mucho encanto a esta cálida "película de carretera" costumbrista a medio camino de la ficción y la no ficción que funciona a la medida de sus simpáticas inquietudes. *******

 

'Sound of Falling' - La segunda película de Mascha Schilinski recuerda un poco, vagamente a 'Vermiglio'. Una en potencia tan buena película como la de Maura Delpero diluida, sepultada en una duración a todas luces excesiva. Una de esas películas a las que les hubiera sentado de maravilla durar 15, 20 o 30 minutos menos. No pasar de las dos horas de la citada 'Vermiglio'. Pero Schilinski se gusta e insiste en insistir, subrayar y machacar su discurso; en regodearse en su macabra, grave y trágica solemnidad, y en su persistente voz en off hasta que uno, que de primeras sentía la debida (y merecida) admiración por la consistente desenvoltura de su intrincada narrativa genealógica, acabe un poco harto; sumido en la pesada e incluso irritante indiferencia de quien se tira la última media hora creyendo, sintiendo que cada fundido a negro es un falso final que parece que nunca llega. Con lo que eso conlleva. ******

 

'Rebuilding' - La segunda película de Max Walker-Silverman recuerda, a su manera, a las dos que nos dieron a conocer a Chloé Zhao, en una suerte de cruce entre 'The Rider' y 'Nomadland' con una niña de por medio. Su título lo dice todo, "reconstrucción". Una película que gira en torno a la "reconstrucción" de un cowboy que ha perdido su rancho, y con ello su modo de vida tras un incendio forestal. Una película sobre comenzar de nuevo, prácticamente desde cero y mirar hacia delante sin negar un pasado que, en cualquier caso, sigue estando ahí. Una película sencilla, amable y discreta que, lo dicho, recuerda por su sensibilidad semidesnuda a los primeros trabajos de Chloé Zhao. Por su concisa, práctica y vivida honestidad, tan convincente e inspiradora como llena de fe en un ser humano incapaz, por pura necesidad vital, de renunciar a la esperanza de poder "reconstruirse" y seguir viviendo. *******


Continuará...

Por Juan Pairet Iglesias

Via: El séptimo arte

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