Colin Farrell confiesa que fue borracho a un rodaje con Steven Spielberg y necesitaron hacer 46 tomas de una escena: "Tom Cruise no estaba muy contento"


 A lo largo de los años, Tom Cruise se ha ganado la fama de actor perfeccionista. En sus rodajes, sobre todo en los que está de productor, quiere que todo esté medido al milímetro, que no falle nada, mejorar las escenas al máximo. Esto ha llevado a momentos tirantes con el resto de actores, claro, pero también ha dado lugar a un mantra que todo Hollywood conoce: Cruise es la última gran estrella, y no merece la pena llevarle la contraria.

Madre mía, qué Cruise

Esto bien lo sabe Colin Farrell, tal y como le ha contado a Stephen Colbert en 'The Late Show'. El actor de 'El Pingüino' solo hizo una película con Tom Cruise, 'Minority Report', a las órdenes de Steven Spielberg, pero por aquel entonces tenía problemas con las drogas y el alcohol, y decidió salir de fiesta para celebrar su cumpleaños el día antes de una sesión de rodaje.

Como imaginaréis, no llegó muy fino al set de rodaje. Y a Cruise le sentó como una patada en el estómago:

"Fue uno de los peores días que he tenido en un rodaje. Mi cumpleaños era el 31 de mayo, estábamos rodando, y le rogué a una producción de 120 millones de dólares (¿quién me creía que era?) que no me hicieran trabajar en mi cumpleaños. Así que, por supuesto, me recogieron a las 6 de la mañana el 31 de mayo, y había tenido una noche de locos. Recuerdo meterme en la cama y, en cuanto apagué las luces, el teléfono sonó: era el chófer diciendo: 'Son las seis y diez'. Y yo pensé: Oh, mierda."

De hecho, Colin Farrell cuenta que cuando llegó al rodaje, estaba tan mal que el asistente del director le dijo: "No puedes venir así". Y él contestó: "Mira, consígueme seis cervezas Pacífico y una cajetilla de 20 Marlboro Red". Dos años después entró en rehabilitación, para sorpresa de nadie, pero en aquel momento funcionó... bueno, más o menos: se tomó un par de cervezas y fue al set. Como adivinarás, fue un absoluto desastre.

"Nunca olvidaré la frase que tenía que decir y no podía. Era: 'Estoy seguro de que todos habéis comprendido la paradoja fundamental de la metodología del precrimen'. Esa era la frase con la que empezaba la escena. Recuerdo que el equipo se acercó y me preguntó: '¿Quieres salir a tomar un poco de aire fresco?'. Y recuerdo que pensé: 'Si salgo a tomar aire fresco, cuando vuelva tendré más presión para hacerlo mejor'. Así que respondí: 'No, vamos a seguir adelante'."

Acabaron haciendo 46 tomas de la misma escena con esa frase. Y no, su coprotagonista no le rio las gracias precisamente, según recuerda Colin Farrell: "Tom no estaba muy contento conmigo. ¡Tom, al que adoro, no estaba muy contento!". Sabiendo cómo se las gasta en un rodaje, gracias a pruebas como aquel audio filtrado de 'Misión Imposible: Sentencia Mortal', yo estaría temblando solo de pensar en disgustarle.

Texto: Randy Meeks                                             Foto/Via: Espinof 

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