'Wicked 2' da un final épico a la historia de Elphaba y Glinda, pero la secuela no funciona tan bien como la primera parte
Hace apenas un año se estrenaba 'Wicked', adaptación del famoso musical de Broadway que consiguió un enorme éxito en taquilla con una recaudación mundial de más de 758 millones de dólares. Eso supuso que todas las dudas que pudo haber antes de su lanzamiento se disiparon por completo de cara a una segunda entrega que llega a los cines este viernes 21 de noviembre de 2025.
Eso sí, 'Wicked: Parte 2' tiene ante sí un difícil reto, ya que tiene que ofrecer un cierre que satisfaga a todo el mundo, incluyendo aquellos que tampoco quedaron del todo contentos con el segundo acto del musical de Stephen Schwartz. Una vez visto resulta incuestionable que se trata de un final épico para la historia de Elphaba y Glinda, pero también que está por debajo de la primera entrega.
A lo grande
El caso más fragrante es la aparición de Dorothy de 'El mago de Oz', pues toda esa subtrama está abordada de tal forma que coquetea peligrosamente con convertirse en un pegote que simplemente tiene que estar ahí en lugar de ser la guinda que necesitaba 'Wicked: Capítulo 2'.
Esa sensación de premura de matiza de forma más o menos constante a través del uso de las canciones, donde los nuevos temas incluidos para la ocasión no desentonan lo más mínimo, pero aquí se echan en falta esos matices que sin duda alargaron el metraje de 'Wicked', pero también la convirtieron en una mejor película.
Aquí esa grandiosidad de la que también hacía gala su predecesora se canaliza a través de un ritmo más vivo en el que no importa tanto qué sucede exactamente como la forma de mostrarlo en imágenes. Por ese lado sí que funciona mucho mejor la decisión del director John M. Chu de usar colores muy vivos pero con tonos más apagados, ya que encaja con una película mucho menos luminosa por las necesidades de la historia.
Además, Chu también compone algunas imágenes muy potentes visualmente que nos recuerdan una vez más que estamos ante una película con vocación cinematográfica y que no en ningún caso se va a conformar con parecer ser una obra de teatro filmada. En ese aspecto es un complemento perfecto a la primera entrega, pero sí que sufre de ciertos problemas por su condición de clímax casi constante.
Como apuntaba antes, aquí prima la agilidad y que haya conflicto en todo momento, valiéndose para aquello de cualquier mecanismo a su alcance. Eso desdibuja y reduce un tanto las motivaciones de sus personajes, ya que prácticamente todos menos Elphaba y Glinda acaban reducidos a meras ideas o complementos.
Todo eso lleva a que 'Wicked: Parte 2' sea un vibrante cierre para el relato de Elphaba y Glinda -tanto Cynthia Erivo como Ariana Grande llevan un paso más allá sus estupendas versiones de estos personajes-, pero ligeramente insatisfactorio en lo referente al resto de personajes principales. Lo que se gana en fuerza emocional por un lado se pierde en equilibrio dramático por otro, a lo que tampoco ayuda algunas decisiones argumentales que causan cierta extrañeza.
No tengo muy claro si alargando el metraje -es algo más de 20 minutos más corta que su predecesora- eso se podría haber aliviado, ya que la historia es la que es, pero seguramente sí que habría sido una película más redonda. Porque 'Wicked' fue una de mis películas favoritas del año pasado, pero no va a suceder lo mismo con esta segunda entrega.
Texto: Mikel Zorrilla Foto/Via. Espinof


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