Durante los 60 y los 70, el actor de 'Chinatown' dejó la misma
inscripción en los decorados de todas las películas que rodó. ¿Quieres
saber cuál fue?
Cuando era joven, allá por los 70, Jack Nicholson era el mayor bandarra de Hollywood: además de dar la campanada en algunas entregas de premios y de rodar unas cuantas obras maestras, el actor de Chinatown y El resplandor tuvo tiempo de drogarse como un condenado, y de vivir un tormentoso romance con Anjelica Huston. La actriz, que recientemente publicó el segundo volumen de sus memorias, trata en ellas a Nicholson con mucho respeto, pero no pierde ocasión de cotillear acerca de algunas de sus excentricidades. Como, por ejemplo, la costumbre de dejar un mensaje secreto en los decorados de todos los filmes en los que participó por aquella época.
Resulta que, por entonces, uno de los compañeros de juergas habituales de Jack Nicholson era Harry Dean Stanton, el actor al que recordarás como el mecánico Brett en Alien, el octavo pasajero y, más recientemente, como ese vejete tan enrrollao que conversa con un Mark Ruffalo desnudo en Los Vengadores. Además de llevarse bien con su colega, y de compartir con él una admiración mutua, a Nicholson le gustaba mucho el nombre de Stanton. Muchísimo. Así que acostumbró a hacer grafitis con sus iniciales, “HDS”, allá donde podía. Según relata Anjelica Huston (en Vanity Fair, vía Filmdrunk), “ya fuera pintado en los muros de una prisión, o tallado en el tronco de un árbol en un western, si te fijas bien en sus películas de esa época podrás ver las letras ‘H.D.S’ en alguna parte”.
Huston también indica que otra de las actividades favoritas de su ex era poner motes a otros figurones de Hollywood. A Marlon Brando, sin ir más lejos, le llamaba ‘Marloon’ (o sea, “Marlún”, pronunciado a la inglesa) y a Warren Beatty, ‘el Profesional’ (dada la fama de Beatty como seductor, suponemos a cuenta de qué venía el apodo). Pero lo de las inscripciones tiene mucha miga, sobre todo si contamos con que, antes de hacerse famoso a lo grande, el joven Nicholson se hinchó a rodar filmes. El western podría ser, bien El tiroteo o Forajidos salvajes, dos películas rodadas por Jack a las órdenes del gran Monte Hellman en 1966. La referencia a una cárcel resulta menos clara, aunque tal vez Anjelica se esté quedando con nosotros y se refiera en realidad al psiquiátrico de Alguien voló sobre el nido del cuco. En todo caso, conviene mantener el ojo avizor.
Via:Cinemania
Cuando era joven, allá por los 70, Jack Nicholson era el mayor bandarra de Hollywood: además de dar la campanada en algunas entregas de premios y de rodar unas cuantas obras maestras, el actor de Chinatown y El resplandor tuvo tiempo de drogarse como un condenado, y de vivir un tormentoso romance con Anjelica Huston. La actriz, que recientemente publicó el segundo volumen de sus memorias, trata en ellas a Nicholson con mucho respeto, pero no pierde ocasión de cotillear acerca de algunas de sus excentricidades. Como, por ejemplo, la costumbre de dejar un mensaje secreto en los decorados de todos los filmes en los que participó por aquella época.
Resulta que, por entonces, uno de los compañeros de juergas habituales de Jack Nicholson era Harry Dean Stanton, el actor al que recordarás como el mecánico Brett en Alien, el octavo pasajero y, más recientemente, como ese vejete tan enrrollao que conversa con un Mark Ruffalo desnudo en Los Vengadores. Además de llevarse bien con su colega, y de compartir con él una admiración mutua, a Nicholson le gustaba mucho el nombre de Stanton. Muchísimo. Así que acostumbró a hacer grafitis con sus iniciales, “HDS”, allá donde podía. Según relata Anjelica Huston (en Vanity Fair, vía Filmdrunk), “ya fuera pintado en los muros de una prisión, o tallado en el tronco de un árbol en un western, si te fijas bien en sus películas de esa época podrás ver las letras ‘H.D.S’ en alguna parte”.
Huston también indica que otra de las actividades favoritas de su ex era poner motes a otros figurones de Hollywood. A Marlon Brando, sin ir más lejos, le llamaba ‘Marloon’ (o sea, “Marlún”, pronunciado a la inglesa) y a Warren Beatty, ‘el Profesional’ (dada la fama de Beatty como seductor, suponemos a cuenta de qué venía el apodo). Pero lo de las inscripciones tiene mucha miga, sobre todo si contamos con que, antes de hacerse famoso a lo grande, el joven Nicholson se hinchó a rodar filmes. El western podría ser, bien El tiroteo o Forajidos salvajes, dos películas rodadas por Jack a las órdenes del gran Monte Hellman en 1966. La referencia a una cárcel resulta menos clara, aunque tal vez Anjelica se esté quedando con nosotros y se refiera en realidad al psiquiátrico de Alguien voló sobre el nido del cuco. En todo caso, conviene mantener el ojo avizor.
Via:Cinemania
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