Aunque James Gunn es más conocido hoy por sus 'Guardianes de la Galaxia', su filmografía anterior tiene películas muy interesantes (de hecho, si me permitís la blasfemia, quizás las 'Guardianes de la Galaxia' no sean sus mejores películas). 'Scooby-Doo' es uno de sus guiones más infravalorados: una reformulación de la serie clásica de animación de Hanna-Barbera que se toma unas cuantas libertades con el original.
Esta semana se han cumplido quince años del estreno de 'Scooby-Doo', que ridigió Raja Gosnell, escribió Gunn y protagonizaron Sarah Michelle Gellar y Freddie Prinze Jr. Una película que con el tiempo ha recuperado la condición de producción de culto a la que solo podría aspirar algo del autor de 'Tromeo y Julieta' o 'Slither', con buenas dosis de humor referencial y manipulación de lo que creías que era 'Scooby-Doo' (y que en realidad era otra cosa).
En un estupendo post que escribió Gunn en su página de Facebook para conmemorar el aniversario, hace algunas revelaciones curiosas sobre la producción, entre ellas que casi fue una película R, como sospechaban muchos fans después de que Gellar hablar de secuencias eliminadas como la del beso lésbico entre Velma y Daphne, casi un femslash clásico hecho carne.
Escribí una película más agresiva, dirigida a niños más mayores y a adultos, y el estudio acabó forzándola a ser una película infantil más limpia. Y sí, los rumores son ciertos: el primer montaje fue calificado R por la MPAA, y el escote de alguno de los personajes se modificó por CGI para no resultar ofensivo. Pero ya sabes, así es la vida.Gunn también cuenta que después del tremendo éxito de la película -pese a las flojísimas críticas que, también cuenta, leyó obsesivamente para su desesperación-, le ofrecieron proyectos de adaptación de personajes de animación clásicos, como Los Supersónicos o el Capitán Cavernícola, que finalmente no se hicieron. Él prefirió guionizar el debut de un tal Zach Snyder, 'El amanecer de los muertos', y revolucionar el cine de terror moderno.
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