En 1957 Walt Disney estaba harto de que sus películas de animación fueran tan planas. Necesitaba lograr que sus personajes fueran de las 2D a las 3D, y él y sus ingenieros crearon algo prodigioso: la cámara multiplano.
Este sistema iba más allá del método tradicional de producción de películas de animación, y dividía cada fotograma en varios planos para que paisajes y personajes dieran la sensación de estar representadas en tres dimensiones. El resultado, como se puede ver en este vídeo, es alucinante.
De las 2D a las 3D "artesanales"
El propio Walt Disney explicaba de forma magistral cómo funcionaba un invento que resolvía un problema fundamental: los dibujos animados no tenían profundidad, y necesitaban evolucionar para tenerla.El proceso de animación que seguían en Disney hacía que aquello fuese totalmente artesanal, y cada segundo de animación llevaba un trabajo enorme que hacía que se fotografiasen cada uno de los 24 fotogramas (el número era variable según los formatos) de forma manual con cámaras que luego producirían esos fotogramas para unirlos en el metraje final.
Bambi en multiplano
El problema era que eso hacía casi imposible añadir ese efecto de profundidad: si uno hacía zoom en un paisaje, todo aumentaba al mismo tiempo estuviese donde estuviese. Eso era irreal, y por ejemplo provocaba que en una escena nocturna de un paisaje la luna aumentase de tamaño al mismo tiempo y en la misma proporción que un árbol cercano a la posición del espectador.Lo mismo ocurría cuando se utilizaba esa técnica al crear personajes para estas películas que de repente cobraban esa profundidad que hacía que pudieran girar, avanzar o retroceder en el plano y que todo eso quedase reflejado en la perspectiva. En el primer vídeo es Mickey el que lo demuestra, pero este segundo vídeo con Bambi como protagonista también revela ese maravilloso funcionamiento de una técnica sencillamente genial.
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