El estreno de 'Glass (Cristal)' marca (y hasta que se asienten las críticas, inicialmente negativas y contrarrestadas por una segunda oleada mucho más positiva) un nuevo pico de aceptación en la carrera de M. Night Shyamalan, rebosante de altos y bajos. Definiendo un universo propio con una secuela por primera vez en su obra -'Múltiple' lo era solo en parte-, 'Glass' nos recuerda que durante años el director ha vivido tanto la gloria como el extremo opuesto. Ha dirigido películas de absoluto encargo y que apenas contienen elementos autorales y otras absolutamente personales. Y por el camino, ha pasado por todos los espectros presupuestarios.
Hay una corriente generalizada entre el público que afirma que Shyamalan vivió un exagerado momento de impacto inicial con su cine gracias a 'El sexto sentido' y 'El protegido', y los elogios que despertaron sus finales sorpresa le convirtieron en esclavo de los mismos. ¿Hasta qué punto es cierto? ¿Se puede decir que Shyamalan es, simplemente, un director atado a los finales con trampa y que solo ahí se encuentra su auténtico genio?
13 - Praying with Anger (1992)
Claramente autobiográfica, aunque no contiene elementos fantásticos sí incide en temas habituales del director como la familia, la espiritualidad y la búsqueda de una identidad, todo en un tono muy ligero y decididamente fallido. Algunos críticos, siempre los primeros en la cola del impacto fácil, la ponen por encima incluso de sus películas peor consideradas, como 'Airbender', pero los paupérrimos medios, la torpeza narrativa y la falta de ambición convierten a 'Praying with Anger' en una película digerible solo si el listón está ubicado muy, muy bajo.
12 - Los primeros amigos (Wide Awake, 1998)
De nuevo unos cuantos temas muy presentes en la filmografía posterior de Shyamalan (aquí, encabezados por la búsqueda de la espiritualidad) en una película sin componente fantástico y extremadamente anodina, que permaneció almacenada tres años hasta que consiguió un discretísimo estreno. En ella, un chaval (Joseph Cross) entra en una crisis de fe cuando muere su muy católico abuelo, e iniciará una búsqueda de Dios con la ayuda de una simpática monja (O'Donnell).
El resultado del periplo es absolutamente previsible y está contado con una puesta en escena absolutamente plana, muy de comedia coral y "humana" de la época. Entremezclando la típica historia de maduración en un colegio de monjas con bromas, primeros amores y descubrimiento de los sinsabores de la madurez, el resultado no es horrible, pero sí inmediatamente olvidable, con el esporádico disfrute ocasional de secundarios experimentados y bien afinados.
11 - Airbender: El último guerrero (The Last Airbender, 2010)
Shyamalan intenta plasmar su impronta en las escenas de acción, no precisamente frenéticas y con un cuidado uso de la cámara para moverse en torno a las peleas y los personajes, en ocasiones con interesantes coreografías ejecutadas sin cortes. Por desgracia, lo precipitado del argumento, que simplifica en cien minutos escasos una obra original mucho más rica en matices, así como el escaso brillo de las interpretaciones, malogran una película interesante pero decididamente fallida. Fue muy discutido entre círculos de fans de la obra original el notorio whitewashing que se llevó a cabo con sus protagonistas.
Crítica en Espinof: 'Airbender: El último guerrero', Shyamalan, otro gran incomprendido
10 - After Earth (2013)
De nuevo superada la furia con la que se recibió en su día este encargo debido al (nada disimulado, pero eh, es su dinero) nepotismo de Will Smith, lo cierto es que 'After Earth' queda como una película de ciencia-ficción relativamente insólita. Una que pese a su gran presupuesto mantiene su escala a un tamaño moderado, y cuenta una historia en la que la ciencia-ficción es accesoria: un chaval (Jaden Smith) tiene que adentrarse en un asilvestrado planeta Tierra del futuro tras sufrir un accidente con su padre (Will Smith).
Pese a que Shyamalan se encuentra menos cómodo que en películas más modestas, hay suficientes elementos en 'After Earth' como para no desecharla por completo: dos únicos personajes, un solo monstruo, y una estructura argumental esquemática y simbólica (demasiado, según algunos críticos que creyeron ver en ella propaganda cienciológica). El diseño de producción es muy notable y los efectos especiales poseen cierta elegancia en su frialdad CGI, pero el sello de Shyamalan está en determinados arrebatos terroríficos y el modo de usar la cámara para poner en relación personajes y escenarios. El resultado es, a su manera, tan olvidable como 'Airbender', pero está lejos de ser el desastre del que se habló en su día.
Crítica en Espinof: 'After Earth', talento fantasma
9 - La joven del agua (Lady in the Water, 2006)
Ambiciosa y desequilibrada, es muy sencillo sentir simpatía por 'La joven del agua', por su ingenuidad y aire de cuento infantil, por su navegar a contracorriente de las convenciones de un cine para todos los públicos que en 2006 ya anda muy resabiado, dirigido a espectadores que no están ya para estas cosas. Tan sencillo como cogerle manía por su aparatoso esqueleto narrativo y su torpeza expositiva, donde los personajes están literalmente explicándose el argumento de la película en la mayor parte de los diálogos.
También es facil cebarse con la facilona embestida a los críticos poco comprensivos, y con el nada metafórico personaje del escritor destinado a ser tocado por la musa y a salvar al mundo con su prosa, interpretado por el propio Shyamalan. Pero, de nuevo, es comprensible esta inofensiva rabieta e incluso se puede empatizar con ella: al fin y al cabo es Shyamalan, y no nosotros o los críticos, quien ha puesto en pie a estas alturas la historia de una ninfa perseguida y defendida por criaturas de leyenda. Por irregular que sea el resultado, quién puede culparle de que se le suban un poco los humos.
Crítica en Espinof: 'La joven del agua', el cuento
8 - Múltiple (Split, 2016)
Entre un James McAvoy desatado y una Anya Taylor-Joy estupenda y recién salida de 'La bruja', la función se sostiene y pasa en un supiro gracias a su apropiada falta de pretensiones. Pero, extraño en Shyamalan, se queda muy por debajo de su propuesta: las 24 prometidas personalidades del perturbado que retiene a un grupo de chicas en un entorno claustrofóbico son más bien cambios de humor severos, y el tramo final discurre por caminos que ya hemos visto en el género. Sin ser ni remotamente una mala pieza de suspense, sí es quizás una de las películas de terror más convencionales de su director.
Crítica en Espinof: 'Múltiple', Shyamalan sigue en forma
7 - Glass (Cristal) (Glass, 2019)
Sin llegar a la altura de su predecesora 'El protegido', que funcionaba de forma mucho más templada y sutil, 'Glass (Cristal)' es una estupenda conclusión para la trilogía de la que 'Múltiple' es una segunda y casi improvisada entrega. Su escasez de presupuesto (20 millones frente a los 75 del original) es la razón tanto de sus problemas (se estanca levemente en su parte central) como de sus hallazgos: un solo escenario, un puñado de personajes y la promesa de un megaclímax a lo 'Vengadores' que nunca llega, lo que encaja perfectamente con la idea "superhéroes en Filadelfia".
'Glass (Cristal)', sin embargo, responde perfectamente a las expectativas de una buena secuela de 'El protegido', aunque la pérdida del factor sorpresa (que estaba incluso en 'Múltiple', con el cameo final de Bruce Willis que la reformulaba por completo) lleva a momentos algo discursivos y ramplones: los personajes literalmente explican las metáforas relacionadas con los comic-books que llevan a Mr. Glass (Samuel L. Jackson), David Dunn (Bruce Willis) y Kevin (James McAvoy, brillando más que en su película de presentación) a un sanatorio. La confrontación final, pese a las críticas, es estupenda, y demuestra que Shyamalan siempre ha tenido muy buen ojo para planificar la acción (algo muy patente, paradójicamente, en sus películas más mainstream).
Crítica en Espinof: 'Glass': un estupendo cierre para la trilogía aunque no está a la altura de 'El protegido'
6 - La visita (The visit, 2015)
Tras el fracaso de 'After Earth', Shyamalan parece replantearse su cine y el tipo de películas que quiere hacer y da a luz esta sorpresa, un taquillazo que le devolvió a primera línea tras recaudar casi cien millones de dólares con un presupuesto de apenas cinco. Una película modesta, claustrofóbica, llena de humor y que no renuncia a ninguno de sus rasgos de autor (puesta en escena cuidadosa y clásica -aunque es cierto que ya no tan meticulosa-, giro final, actores extraordinariamente bien dirigidos), a la vez que abre nueva vías para su cine.
'La visita' plantea una intriga mucho más ligera de lo habitual en el director, con un punto de partida casi de relato de 'Tales from the Crypt' (una pareja de hermanos van a pasar unos días con sus abuelos, a los que no conocían, y pronto comienzan a sospechar que algo huele a chamusquina). Pero Shyamalan logra llevársela a su terreno y convertirla en una de sus escalofriantes reflexiones sobre la familia y la muerte, aunque en un tono mucho más ligero de lo habitual. Que su apariencia intrascendente no te engañe: en épocas de sobredosis de género, esta muestra es de muchos quilates.
'La visita' recuerda, por cierto, a la también despreocupada y algo anterior 'La trampa del mal' (Devil, 2010), una claustrofóbica historia de terror en un ascensor que pasa por ser la única película producida pero no dirigida por Shyamalan, aunque contiene muchos de sus rasgos distintivos. Un juguete diabólico a recuperar, y más en estos tiempos en los que no deja de confundirse la ostentación y el catapún con la buena construcción de una historia de tensión y suspense (y rabos y azufre).
Crítica en Espinof: 'La Visita', escalofriante y divertida al mismo tiempo
5 - El incidente (The Happening, 2008)
Posiblemente la película más incomprendida de Shyamalan. Ninguna otra tiene tan mala consideración con tanto que ofrecer: 'El incidente' es un retrato sólido y sin concesiones de un caso de histeria colectiva -suicidios en masa que se extienden como una plaga debido a un germen procedente de las plantas, o no-, donde todo está medido al milímetro. De las interpretaciones chifladas (pero no inadecuadas) de Whalberg y Deschanel a la sofisticadísima visualización de todos y cada uno de los suicidios, rodados con una frialdad pasmosa, pasando por la estructura de episodio de 'Twilight Zone'.
Y todo para dar forma a una película que es recordada por la infame explicación que se da a la plaga que asola al noroeste de Estados Unidos, pero que tiene mucho más en su seno. Para empezar: si Shyamalan es recordado por sus finales sorpresa... ¿tiene sentido que el de 'El incidente' esté anunciado desde el primer tercio de la película? ¿No será que la explicación de su misterio es otra? Sutilísima y llena de matices, esta joyita oculta es, en el peor de los casos, una magistral lección de atmósfera, suspense y puesta en escena con un final flojo. Pero créenos: es mucho más que eso.
Crítica en Espinof: 'El Incidente', los pájaros de Shyamalan
4 - El sexto sentido (The Sixth Sense, 1999)
Es legítimo considerar 'El sexto sentido' como el debut figurado de Shyamalan, porque el salto cualitativo que dio desde 'Los primeros amigos' es espectacular. Y también es legítimo considerarla su mejor película, porque está claro que su impacto no ha sido igualado por ninguna otra obra suya, convirtiéndose un poco en una especie de maldición narrativa que pesa sobre el director, obligado a buscar continuamente finales comparables a la gran revelación de 'El sexto sentido' (no, no vamos a decirlo).
Y no es para menos: es posiblemente el final mejor trazado de toda la filmografía del director, pero solo con eso no bastaría para darle su categoría de clásico moderno. Las interpretaciones de Bruce Willis, Haley Joel Osment y Toni Collette (revalorizada como icono sufriente del género gracias a 'Hereditary') contribuyen a crear una atmósfera opresiva, en parte onírica, con un toque de melancolía único y muy apropiado, al que el propio Shyamalan ha vuelto una y otra vez. Y sin renunciar a secuencias de impacto del mejor cine de género, como son muchas de las apariciones de los espectros en esta historia de un niño capaz de ver muertos. Aunque el propio Shyamalan la superaría, su categoría de monumental golpe en la mesa es indiscutible.
Crítica en Espinof: 'El sexto sentido', el despertar
3 - Señales (Signs, 2002)
La tercera película de Shyamalan es también una de las más controvertidas, y la que sin duda le dio la fama de buscar finales sorpresa a toda costa a imitación de 'El sexto sentido'. También es su película más atmosférica y cuidadosa, con una puesta en escena más exquisita, a imitación de su claro referente Steven Spielberg: esta historia de un sacerdote en plena crisis de fe que comienza a notar que en los maizales alrededor de su granja se perciben señales de una invasión extraterrestre es toda una clase magistral de amenaza constante y sugerida.
Secuencias como la fugaz primera aparición de un alienígena por televisión, la escena del extraterrestre atrapado en una habitación o la tensa noche en vela que Mel Gibson, Joaquin Phoenix y los dos niños pasan en la casa (extraordinarios todos, por cierto) están entre lo mejor y más aterrador que ha rodado Shyamalan. Si esos cien minutos magistrales son suficientes para hacer olvidar un final, reconozcámoslo, muy poco trabajado (ya no solo lo ramplón de su planteamiento; es que tiene fallos de lógica por todas partes) es decision de cada espectador, pero yo lo tengo claro. En una película de terror, un excelente trabajo de suspense y atmósfera nunca debería de ser despreciado a causa de un ocasional agujero de guión.
Crítica en Espinof: 'Señales', el cénit
2 - El bosque (The village, 2004)
Rodada inmediatamente después de 'Señales', la percepción general hacia esta película es similar a la que se tiene hacia la protagonizada por Mel Gibson: una película estupenda estropeada por un final que no está a la altura. A mi juicio, sin embargo, el resultado es superior: aunque el trabajo con los mecanismos del suspense de 'Señales' no tiene igual en toda la filmografía de Shyamalan, la atmósfera enrarecida, el tono desesperado y la dosificación de la intriga de 'El bosque' es aún más valioso.
Y por otra parte, la conclusión de 'El bosque' -la historia de una comunidad de pioneros aislados en una aldea rodeada por un bosque donde hay monstruos-, quizás la más chocante y radical de todo el cine del director hindú, funciona algo mejor que la excesivamente ramplona de 'Señales': demuestra algo más de coherencia y un relativo sentido, y deja menos agujeros por tapar, aunque los hay. De nuevo, guste o no, no es impedimento para que el resto de la película, con esa sensacional fotografía de Roger Deakins, ese reparto entonadísimo o secuencias como la de los avances de la protagonista por el bosque, no esté llena de hallazgos.
1 - El protegido (Unbreakable, 2000)
La mejor película de M. Night Shyamalan es esta joya que parte de muchos elementos similares a 'El sexto sentido', su anterior film (la atmósfera melancólica, los personajes inexplicablemente crípticos, por supuesto Bruce Willis desplazándose fuera de su registro habitual), pero acierta al renunciar a un final sorpresa tan pronunciado y plantea un juego absolutamente novedoso en su día como punto de partida. Preguntarse cómo sería la mitología superheroica en el mundo real.
Adaptando con mucha inteligencia los tropos del género a un entorno realista (del uniforme a la identidad secreta, pasando por la historia de origen, la adopción de una mitología previa o la conexión única entre el héroe y su némesis), 'El protegido' es sofisticada pero nada presuntuosa, y no es necesario leer en exceso entre líneas para disfrutarla (esas imágenes de Willis con chubasquero que parecen viñetas de Frank Miller), ya que la magnitud de su propuesta es absolutamente universal. No trata, como muchos creen, de cómo los superhéroes podrían ser reales, sino de por qué necesitamos ficciones sobre héroes sobrehumanos para sobrellevar el día a día.
Crítica en Espinof: 'El protegido', el cómic
Via:espinof
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