Sin que nos hayamos dado cuenta, 'Matrix' ya ha cumplido veinte primaveras, y sigue estando tan fresca como el lejano 23 de junio de 1999 en el que se estrenó en salas españolas, y que nos dejó una de esas experiencias cinematográficas que marcan un antes y un después ya no sólo para los espectadores, sino para la industria cinematográfica.
Con motivo de su aniversario, el próximo viernes 28, la obra cumbre de Lana y Lily Wachowski volverá a pasar por cines con una flamante restauración en 4K; y para celebrarlo os traigo esta selección con las once secuencias de acción más alucinantes que nos ha dejado una trilogía, guste más o guste menos, revolucionaria.
La presentación de Trinity ('Matrix')
Esta pequeña instantánea —para la que se necesitaron seis meses de ensayos y cuatro días de rodaje—, acompañada de la breve persecución a través de los tejados —con saltos imposibles incluidos— y el clímax con el camión estrellándose contra la icónica cabina telefónica dieron forma a una secuencia de introducción que tan sólo representa un breve porcentaje del nivel de espectáculo que ofrece el magnum opus de las Wachowski.
La autopista ('Matrix Reloaded')
Decenas de coches —donados por General Motors— reducidos a chatarra en slow-motion, un mid-point impresionante con Morfeo deteniendo un coche a golpe de katana y un segundo tramo con Trinity pilotando una Ducati 996 —que culmina con un choque frontal de dos camiones— marcan la que, probablemente, sea la secuencia más memorable de 'Matrix Reloaded', al menos en lo que a acción se refiere.
El chateau ('Matrix Reloaded')
Las Wachowski sacan oro de su localización de dos niveles, haciendo gala de su excelente gusto para la planificación y vistiendo la gran coreografía de esta secuela con un acabado visual a la altura de la circunstancias. Extras volando por todas partes mientras destrozan el mobiliario, un buen surtido de armas blancas y una estructura narrativa ejemplar —fantástico el punto de inflexión con Neo sangrando para sorpresa de sus contrincantes— terminan de redondearla.
La pelea con Seraph ('Matrix Reloaded')
La predominancia de una planificación lateral aprovechando la bidimensionalidad del escenario en que se ambienta la pelea, la banda sonora dominada por la percusión que acompaña la lucha y, de nuevo, la ridícula solemnidad del momento, hacen de estos escasos dos minutos dignos de mención.
Los clones ('Matrix Reloaded')
Incluso a día de hoy, esta escena continúa haciendo gala de un tempo narrativo y de una coreografía envidiables; regalándonos algún que otro plano para el recuerdo —ese Neo haciendo girar la barra metálica es antológico— y un par de despuntes cómicos de un Hugo Weaving devorado por la autoconsciencia en su papel de virus implacable.
La pelea final ('Matrix Revolutions')
Nos quedamos con las ganas de ver un kaiju hecho de agentes Smith —el videojuego 'Path of Neo' se encargó de satisfacer esta filia, aunque esto da para un artículo aparte—, pero nos llevamos el puñetazo en slot-motion más alucinante que hayamos visto, con el puño de Neo atravesando las gotas de lluvia antes de impactar contra el rostro de su archienemigo —con deforme resultado—. Brutal.
La defensa de Zion ('Matrix Revolutions')
Esta dilatada set-piece de unos veinte minutos de duración —que se dice pronto— nos deja una buena dosis de épica, sacrificios heróicos, terroríficos enjambres de calamares mecánicos y una combinación de efectos prácticos y digitales que, sorprendentemente, ha envejecido a las mil maravillas.
El vestíbulo ('Matrix')
Por si la estilizada orgía de escombros, balas y piruetas imposibles no fuese suficiente, las Wachowski decidieron aderezar la matanza con el temazo 'Spybreak!' del dúo británico Propellerheads; terminando de perfilar un pasaje que trascendería al filme para pasar a formar parte del imaginario popular por méritos propios.
La pelea en el metro ('Matrix')
Arrancando como si de un western de Leone se tratase —sustituyendo una planta rodadora por unas horas de periódico—, la escena se inicia con un alucinante intercambio de disparos que rápidamente evoluciona a un combate a la antigua usanza para finalizar en un clímax con un vagón de metro y un mortal hacia atrás difíciles de olvidar.
El helicóptero ('Matrix')
Los esfuerzos burocráticos merecieron la pena por esos planos con centenares de casquillos siendo vomitados por la gatling y cayendo al vacío, por el salto de Morfeo a la aeronave desde el edificio inundado y, sobre todo, por el impacto del helicóptero contra el edificio de cristal, que se deforma antes de estallar en mil pedazos —como los cerebros de los que vimos esto en 1999 en una sala de cine—.
El tiempo bala en la azotea ('Matrix')
El genio de los efectos visuales John Gaeta creó un set en el que varias decenas de cámaras, sincronizadas para disparar tras breves intervalos de tiempo, rodeaban a Keanu Reeves formando una suerte de elipse. Después de un post-procesado y de la consiguiente capa de CGI, Gaeta y las Wachowski hicieron historia mientras los demás nos limitamos a soñar con poder esquivar balas igual que el personaje de Keanu Reeves.
Via:espinof
Comentarios