‘Locke & Key’: una suntuosa adaptación de Netflix que sustituye la garra del cómic por drama familiar sobrecargado
Pese a su popularidad dentro del mundo del cómic, las novelas gráficas de Joe Hill de ‘Locke & Key’, aun teniendo un lenguaje narrativo creativo y variado, no acababan de explotar las posibilidades que ofrecía su fenomenal premisa. Llaves que abren dimensiones, puertas y que dan poderes alucinantes, sí, pero que aparecen más bien poco en la trama más allá de ser un macguffin para que un ser maléfico juegue a buscar dichas llaves de formas insidiosas.
El piloto perdido de una primera adaptación, que el director Mark Romanek dirigió para Fox, hacía un ejercicio de compresión de las tramas que le sentaba bien al tebeo, y aumentaba el tono gótico y frío de la obra original. Sin embargo, los diez episodios aparecidos en Netflix hacen más bien lo contrario. Todo lo que pasaba en 50 minutos en aquel episodio desechado, se estira ahora de forma anémica en casi la mitad de esta primera temporada.
Poca chicha, mucho relleno
Cuando en una serie supuestamente fantástica tenemos el setenta por ciento de situaciones con personajes hablando frente a frente en una mesa hay algo que no funciona. La producción es visualmente atractiva, y ciertos elementos del diseño artístico han seguido al pie de la letra las viñetas, pero el texto está diluido, los eventos se suceden con demasiados minutos de distancia y los conflictos entre los personajes no están retratados con suficiente nervio y no por un problema de actores.Probablemente, el elemento más decepcionante de la adaptación es el suavizado de cualquier momento excesivamente sangriento, hasta el punto que el disparo en la cabeza del padre pasa a ser en el pecho. No solo eso, sino que los momentos más perturbadores no hacen acto de presencia, incluso el uso de la llave de abrir la cabeza como una caja se visualiza de una forma mucho más ordinaria y con un sentido de la maravilla impostado para aplacar el horror que, además, se referencia con una facilona verbalización de guiños de cine.
Fuera sangre, hola dramón
Hay buenas canciones, hay momentos ocasionales con algún atractivo visual, pero la sensación de oportunidad perdida es difícil de lavar. No tiene Joe Hill suerte con sus adaptaciones, y ‘Locke & Key’ peca de lo mismo que ‘NOS4A2’, un tono que se toma siempre demasiado en serio a sí mismo, tedio y elementos de trama o conversaciones superfluas en cada episodio que hacen llegar al final de la temporada cansado y sin ganas, con la sensación de que tramas y acción han sido escatimados con cartilla de racionamiento.
Via:espinof
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