'Perdiendo a Alice': Apple TV+ estrena una satisfactoria serie que intriga con su fáustico juego de seducción
Una chica joven llega a un hotel mediocre, logra obtener las llaves de la habitación "de su padre" y entra en su habitación. La 209. Una vez ahí se sienta en la cama, saca una pistola y se suicida. Sin más contexto, así se presenta 'Perdiendo a Alice' ('Losing Alice'), serie israelí que llega al catálogo Apple TV+ en colaboración con HOT y tras su paso por Canneseries.
Ayelet Zurer ('Múnich', 'Daredevil') interpreta a Alice, una directora de cine cuya carrera se ha visto relegada con la crianza de sus hijos y, además, eclipsada por el trabajo de actor de su marido. Todo esto puede cambiar gracias a un encuentro aparentemente fortuito con Sophie (Lihi Kornowski), una guionista principiante con una película brillante necesitada de realización.
Cautivada por su sensualidad y personalidad, Alice encontrará un nuevo rumbo para su vida con ganas de hacer algo rompedor, fascinante y perseguir el éxito. Aunque eso signifique pactar con el diablo en una trama escrita, dirigida y creada por Sigal Avin.
La seducción de ida y vuelta
En 'Perdiendo a Alice', Avin quiere jugar con dos ideas, con dos conceptos, o más bien subgéneros, que normalmente están muy marcados por sus reglas y clichés. Por lo menos a un nivel formulaico. Es un mito fáustico, pero también está arraigado en la femme fatale.
Se da en todo momento una sensualidad que impregna todo. Pero no solo por parte de la que podemos considerar la femme fatale, sino también por parte de Alice, cuya mirada intrigante, curiosa y, por qué no decirlo, juguetona inunda la escena. No solo es el personaje principal de estos ocho episodios, sino que vemos a Sophie a través de su pensativa mirada.
Es curiosa la relación que tenemos con cierto tipo de historias y 'Perdiendo a Alice' apela a unos instintos que, de normal, intentamos reprimir a toda costa, al menos con la cabeza fría. Ya sean temas de ambición pura, de supervivencia del más fuerte, o terrenos más morbosos, nos gusta caer en ese juego cuando se nos presenta. Al igual que Alice, jugamos constantemente al "y si..." con nuestra vida y eso lo sabe muy bien el creador de la serie.
Un juego para caer
No sé hasta qué punto podemos hablar de seducción en un sentido sexual, que también, pero desde luego sí que en el plano personal y espiritual existe este juego entre ambas. Hay que alabar, desde luego, el papel de la dupla protagonista, que logra captar y hacer intensa cada palabra, cada pensamiento y cada gesto. No obstante, aquí creo que Kornowski palidece un poco respecto a su compañera.
Y, luego claro, lo más puramente fáustico que es esa ambición que lleva, o terminará llevando, a la perdición. Aquí creo que Avin acierta al no querer precipitar los inevitables giros que una historia de estas características tiene. Sin embargo, quizás es precisamente por eso por lo que 'Perdiendo a Alice' resulta algo frustrante en sus tempos. Pero, aún peor, una ejecución algo tenue.
Pero no por eso la propuesta de Sigal Avin no deja de ser interesante. La seductora cámara hace convertirnos en voyeurs y nos involucra en este tren en rumbo de colisión. Lo que no quita como para que tengamos alguna que otra escena incómoda e incluso algo obvia.
En líneas generales, 'Perdiendo a Alice' tiene una lucha interna constante con su género. Intenta ser un "noir elevado" a un nivel formal, pero el campo en el que juega es tan familiar que no logra que ignoremos sus manidos mecanismos y sus trampas. Es satisfactoria, pero inocua en el fondo.
PD. Por cierto, se nota que es una serie adquirida, en vez de Apple Original, cuando la protagonista usa Windows 10.
Via:Espinof
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