'La Sirenita' es mucho mejor de lo que esperaba, pero tampoco es un milagro: Halle Bailey brilla en un aceptable remake que no hace justicia a la mítica Úrsula
En Disney llevan ya muchos años apostando por los remakes en imagen real de sus clásicos animados. Es una fórmula que gustará más o menos -yo estoy entre los segundos-, pero lo que nadie puede discutir es lo bien que suelen funcionar comercialmente, con varias de ellas situadas entre las películas más taquilleras de la historia. No sé si 'La Sirenita' también lo conseguirá, aunque la mayor sorpresa sería que no arrasara durante su paso por los cines.
Por mi parte no tenía demasiadas esperanzas en 'La Sirenita', una sensación que se agudizó tras ver los nuevos diseños de Flounder y Sebastian. Tampoco ayudó enterarme de que Disney mantenía su aparente tradición de que estos remakes superen las dos horas de duración cuando los originales animados rara vez llegaban a los 90 minutos. Por suerte, el resultado final ha acabado siendo una sorpresa agradable, porque es cierto que no llega a ser una buena película, pero sí es una revisión bastante digna de la historia.
Luces y sombras bajo el mar
En líneas generales, 'La Sirenita' sigue el mismo arco argumental del querido largometraje dirigido por John Musker y Ron Clements que sirvió para iniciar una nueva edad de oro del cine animado de Disney: Ariel está fascinada con los humanos y un día salva a uno de ellos de lo que habría sido una muerte segura. Enamorada de él a primera vista, la joven sirena acepta un trato que le ofrece la bruja del mar Úrsula, pero hay gato encerrado y todo se complicará a partir de ahí.
No obstante, justo es reconocer que los responsables de esta nueva versión se han preocupado de actualizar la historia mucho más allá de la discutible decisión de retocar dos de las canciones originales con la idea de adaptarlas a las sensibilidades de nuestro tiempo. Por ejemplo, el personaje de Eric sale ganando con creces respecto al original, donde era poco más que un elemento decorativo del que se enamoraba Ariel. Aquí es realmente un personaje con motivaciones y trasfondo, pero ojo, que eso no quiere decir que hayan hecho un trabajo fascinante con él.
Y es que es verdad que Jonah Hauer-King cumple en lo interpretativo, pero el personaje sigue sin tener auténtica chispa para conquistar al público. A cambio, los mejores momentos de la película -pienso principalmente en la parte desde que Ariel se convierte en humana y sale al exterior hasta justo cuando Úrsula se entromete entre ambos, ya que es cuando 'La Sirenita' está más cerca de tener el encanto de la obra original- lo tienen a él como uno de los personajes fundamentales.
Eso sí, no me olvido de la gran oportunidad perdida que tiene 'La Sirenita' para conectar el pasado de sus dos protagonistas y que habría servido para dar un toque más trágico al relato. No me cabe duda de que hubo alguna versión del guion en el que debieron sopesar hacerlo y que finalmente lo descartaron para centrarse únicamente en cómo eso servía para crear un lazo entre Eric y Ariel en lo referente al interés de ambos por el universo del otro.
Además, Halle Bailey demuestra que tiene el suficiente rango dramático como para poder haber ido en esa dirección, pero a la hora de la verdad se prefiere jugar más o menos sobre seguro y que su arco de personaje sea el mismo de la película animada. Y tampoco puede ponerles pegas por ello, ya que la joven actriz está muy convincente como Ariel, en especial cuando llega la hora de cantar. No voy a llegar al nivel de Javier Bardem diciendo que le emocionaba solamente con calentar su voz, pero sí tengo claro que su fichaje es un gran acierto por mucho que cierto sector del público vaya a fijarse solamente en una cosa de ella. Un detalle que además debería dar igual.
Donde la cosa sí funciona peor es con Úrsula, una de las grandes villanas de la historia de Disney que aquí se queda en tierra de nadie, ya que Melissa McCarthy nunca termina de decidirse por cuál es el enfoque que quiere dar a su interpretación. Nunca llega a desatarse del todo, tampoco impone realmente desde su lado más terrorífico y el tema de la diversión aquí brilla por su ausencia. Este es uno de los puntos en los que esta nueva 'La Sirenita' pierde por goleada respecto a la original. Eso sí, tampoco es que la destroce, pero sí que neutraliza todo lo que hacía inolvidable a la original.
Del resto del reparto tampoco esperéis gran cosa. Por ejemplo, las hermanas de Ariel no van más allá de lo anecdótico, y quizá funcionen como representación de los siete mares, pero es imposible creerse que todas tengan los mismos padres. Por su parte, a Bardem le toca lidiar con el personaje más intenso y menos dado al lucimiento, a Flounder ojalá lo hubiesen eliminado -diseño horrible y una aportación totalmente intrascendente-, pero Sebastian sí que funciona mucho mejor de lo esperado. Hasta su diseño luce más en movimiento, pero a la hora de la verdad es el trabajo vocal de Daveed Diggs ('Hamilton') lo que marca la diferencia.
Por lo demás, una cosa que se nota es que detrás de las cámaras está Rob Marshall, un director que ya había demostrado moverse como pez en el agua dentro del cine musical con títulos como 'Chicago' o 'El regreso de Mary Poppins'. Eso resulta esencial para que 'La Sirenita' en ningún momento se sienta como una actualización endeble en el apartado visual, pues Marshall logra que la historia fluya -algo clave para que realmente se sienta como una película y no una mera reconstrucción y que así su generosa duración no llegue a hacerse cuesta arriba-, mostrando su mejor cara cuando llegan los números musicales. Aquí, de nuevo, la original era mejor, pero se nota una preocupación por no caer en la simple réplica y aprovechar las posibilidades que ofrecen esos momentos. Eso sí, ahí es cierto que las nuevas canciones nunca llegan a seducir, porque no hay esa chispa de brillantez y es como si Alan Menken y Lin-Manuel Miranda hayan construido temas sin querer mojarse demasiado.
Quizá se deba a que iba con el temor a que fuera un desastre, pero esta nueva 'La Sirenita' ha acabado siendo una actualización aceptable de la película animada de finales de los 80. Sí tengo bastante claro que Bailey es quien más brilla de todo el reparto y que se agradece que en la dirección haya alguien que sepa cómo manejar un material así. Luego hay algunas cosas en las que se mejora, pero lo habitual es quedarse por debajo, siendo especialmente pronunciado el caso de Úrsula.
Texto:MIKEL ZORRILLA
Foto/Via: Espinof
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