'Adults' triunfa gracias a la química de su reparto, pero a la comedia de Disney+ le falta rematar su retrato de la generación de cristal


 Cada poco surge alguna comedia que viene con cierta ambición de encapsular a las nuevas generaciones de jóvenes. A veces con más ínfulas de ser "la voz de la generación" y otras tirando más a la sitcom pura al estilo 'Friends'. Recientemente, de hecho, hemos podido disfrutar de las correrías universitarias de 'Impostura' y, casi como respuesta, ahora podemos ver 'Adults', con un grupo de jóvenes ya en edad laboral.

Estrenada este pasado miércoles en Disney+ (un mes después que en la FX estadounidense), la premisa de esta divertida comedia se puede definir básicamente en un grupo de jóvenes que comparten casa e intentan ser adultos funcionales. Que lo consigan, es otra cosa.

Que conste que no era gratuita la mención al comienzo de intentar captar una generación en concreto. De hecho, el título provisional de la serie era simplemente 'Snowflakes', en clara referencia a lo que en español conocemos, peyorativamente, como la generación de cristal. En cierto sentido, acercarse a ella te hace sentir viejo aun teniendo amigos de su edad... pero no es nada que no hayamos sentido con otras comedias de la "generación z" o de millennials más jóvenes de lo que esto escribe.

No tan snowflakes

Lo importante, cómo suele pasar, es ver qué tienen que ofrecer este grupo de amigos —Billie (Lucy Freyer), Samir (Malik Elassal), Anton (Owen Thiele), Issa (Amita Rao) y Paul Baker (Jack Innanen)—, sobre todo cuando apuntan tan claramente a la sitcom clásica. Afortunadamente, aquí creo que es el carismático reparto (más en plan de verles genuinos y encantadores) y la química entre ellos lo que vende la serie y no tanto los gags y chistes.

Adults Rao

Sí, 'Adults' es bastante divertida, pero creo que se queda algo en medio de la nada en su escritura. Por un lado, encapsula varios rasgos de lo que son en realidad los mal llamados "snowflakes" con ese enfoque tanto en la precariedad como en cierto desnorte en torno a sus ambiciones de vida. Por el otro, no logra rematar la faena ni termina de afinar a los personajes.

Es, como digo, un problema más de falta de precisión a la hora de definir a los personajes que de otros factores. Personajes como Samir son extrañamente volátiles, la sinvergonzonería de Issa es estupenda pero le falta un toque más, el único rasgo que parece definir a Anton es que es amigable, etc. Hay cierta fragilidad en el modo en el que están escritos que no terminas de conectar.


Quizás el mayor problema sea cierta frustración en cuanto a la recompensa que se espera y la que se recibe. Los personajes son muy de entrar en espirales de autodestrucción, de autosabotearse y de encontrarse ante situaciones o ideas que valen su peso en oro en cualquier comedia. Sin embargo hay como pocas ganas de resolver, o de escalarlo... lo que resulta algo fallido.

Mentiría, eso sí, si dijera que aun con todos estos defectos no me lo he pasado bien viendo 'Adults'. Sin llegar a ser desternillante, es fácil soltar una carcajada de vez en cuando. Los altibajos se pueden achacar al poco rodaje, un mal endémico de las comedias breves, pero en general promete mejorar. Por lo que si hay una temporada 2 seguramente repetiré.

TEXTO:  Albertini                              FOTO/VIA. Espinof

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