Pixar cambió la primera versión de 'Elio'. Su director acabó por marcharse y la película se ha estrellado en cines


 Cuando hace medio año se estrenó la fantástica primera serie original de Pixar, 'En la victoria o en la derrota', lo hizo con polémica incorporada. Y es que los creadores se vieron obligados por Disney a censurar un episodio, en el que uno de los personajes tenía dudas sobre su identidad de género, y sustituirlo por una trama en la que dicho personaje tenía que hacer frente a las expectativas de su familia. Junto a la noticia de que en 'Hoppers' los creadores habían sido obligados a bajar el tono de protección medioambiental para plegarse al tono político actual, no fueron pocos los que se preguntaron qué pasaba con 'Elio' y si había resistido los envites de la censura interna. La respuesta la sabemos, tristemente, ahora.

Ganándose el favor de un público inexistente

Ya se puede decir con certeza que 'Elio' ha sido el peor estreno de la historia de Pixar, y las culpas van cayendo aquí y allá. Hay quien cree que Disney la ha dejado morir, apenas haciendo esfuerzos de márketing. Por supuesto, también hay opiniones muy furibundas contra el estilo de diseños y animación de la empresa y su "boca alubia". La verdad, como siempre, es una mezcla de todo... Incluyendo el hecho de que la película tiene una terrible falta de personalidad porque se la han robado.

Ha sido The Hollywood Reporter quien ha abierto la caja de los truenos de Pixar con un muy doloroso reportaje sobre el proceso interno de la película, su cambio de director y cómo destrozaron el personaje y la historia hasta convertirla en un amasijo de la nada más absoluta. Veréis: originalmente, según varios insiders de dentro del estudio, Elio era un personaje queer, aunque no se trataba per se de una historia sobre salir del armario. Al fin y al cabo, Adrian Molina, el primer director, es abiertamente gay, y pretendía hacer la película basándose en sus propias inquietudes, como ha ocurrido siempre dentro del estudio de animación.

Sin embargo, la idea inicial se fue aguando después de recibir feedback de los jefes del estudio, que obligaron a convertir a Elio en un personaje mucho más masculino. ¿Que se preocupaba por el medio ambiente? Fuera. ¿Que le gustaba la moda? Fuera. ¿Que en la habitación de Elio había imágenes sugiriendo que le gustaba un chico? Fuera. Lo único que queda en la película sobre todo esto es un detalle de su afición por la moda: la creación de su propia capa. Eso sí, no tiene ninguna conexión emocional con el espectador porque no viene de ningún sitio. Pero este dista mucho de ser el único cambio propuesto por los mandamases de Pixar.

¡Hay que ver, menudo (e)lío!

Cuentan que el primer pase de 'Elio' fue un éxito, pero también, al mismo tiempo, un desastre: todo el público de prueba asistente estuvo de acuerdo en que era una buena película y que la habían disfrutado muchísimo, pero cuando se les preguntó si irían a verla al cine, no se alzó ni siquiera una mano. Todos permanecieron callados. Y claro, para Pete Docter sonaron todas las alarmas, llamando inmediatamente a una reunión a Molina. No se sabe de lo que hablaron, pero muy poco después Molina, que estaba dolido hasta el extremo, dejó su puesto como director con la excusa de ponerse a hacer 'Coco 2'. Pero dejemos que nos lo explique Sarah Ligatich, una asistente de edición de Pixar.

Me sentí profundamente apenada y agraviada por los cambios que se hicieron. El éxodo de talento tras ese corte fue un indicativo de lo infeliz que fue mucha gente al tener que cambiar y destruir su bellísimo trabajo.

Molina se tomó un descanso de la producción tras el varapalo, y, después, desde Pixar le dieron la oportunidad de volver y co-dirigirla junto a Madeline Sharafian, que venía del corto 'Madriguera'. Sin embargo, tras los cambios constantes a su la versión de 'Elio' que había imaginado y desarrollado, el director decidió marcharse definitivamente y poner el proyecto en manos de la directora y de Domee Shi, la autora de 'Red', dejando el desarrollo totalmente en manos ajenas. Y claro, la cosa cambió más de lo que debía.

Go Pixar, go broke

Cuando la película se presentó en 2022, America Ferrera se presentó como Olga, la madre de Elio. Dos años después, Elio era huérfano, y Zoe Saldaña interpretaba a Olga... la tía de Elio. Se dice que Ferrera se marchó, en parte, por los cambios, al ver que ya no había representación latina en los puestos de liderazgo (además de por los cambios continuos de guion que le obligaban a regrabar su voz una y otra vez). No es la única que se dio cuenta de que los cambios eran obvios y flagrantes, como afirma una antigua artista de Pixar que ha preferido mantenerse en el anonimato.

Estaba muy claro a lo largo de la producción de la primera versión de la película que los líderes del estudio estaban constantemente aguando los momentos de la película que aludían a la sexualidad de Elio o a ser queer. De repente quitas esta pieza grande que es clave para la película, que habla de identidad, y 'Elio' ya no habla de absolutamente nada. La 'Elio' que está en los cines ahora es mucho peor que la mejor versión de Adrian. El personaje era adorable, muy divertido y con mucha personalidad, y ahora parece mucho más genérico.

Yo tengo que reconocer que le echaba la culpa totalmente a Disney de este tipo de cambios, convencido de que Pixar seguía siendo una empresa que dejaba libertad a sus trabajadores, pero la realidad ha resultado ser muy diferente a lo que esperaba: es la propia Pixar, o sus mandamases, los que están echándose para atrás en cualquier idea que suene a progresista. Por ejemplo, en 'Hoppers' no solo han bajado las referencias a la protección del medio ambiente, sino que tampoco han permitido que el director hable... del divorcio.

Elio2

Los más aficionados a menospreciar cualquier avance progresista en el cine repiten como loros, como si significara algo, aquello del "Go woke, go broke", pero la realidad, aparentemente -ya veréis qué sorpresa os vais a llevar si tenéis dos dedos de frente- no es blanca o negra: 'Elio' lleva recaudados 73 millones de dólares en todo el mundo... y costó entre 150 y 200 de presupuesto. Es una catástrofe abismal, y cabe la duda de pensar si ha merecido la pena el proceso de pérdida de identidad propia solo para hundirse en taquilla, o si, quizá, en tiempos reaccionarios y de vuelta a ideologías del pasado, no les habría salido más a cuenta diferenciarse, sacar pecho y decir "Esto es lo que somos, un lugar repleto de diversidad y con muchas historias que contar". Convertirse en un icono de la resistencia.

Visto lo visto, comprobando la censura interna a la que se ven sometidos, no tiene ninguna pinta de que vayamos a saber jamás cómo le habría ido a 'Elio' de haber tenido el respaldo de la empresa. Y, por conservador que seas, espero que estés de acuerdo en que nunca es una buena noticia que los directores pierdan su voz, las películas pierdan su identidad, la censura campe a sus anchas y volvamos a una época en la que la palabra "gay" estaba totalmente prohibida salvo en películas underground. Ahí es a donde nos dirigimos. Tristemente.


Texto: Randy Meeks                                           Foto/Via:espinof

Comentarios