'Sandman', el final explicado de la temporada 2. La muerte y la redención marcan la desgarradora despedida de la serie de Netflix


 Dos años después del parón y con polémica de por medio, 'Sandman' ha vuelto con su última tanda de capítulos, que hablan de temas como el sacrificio y la redención a través de una narrativa visual muy potente. La serie creada por Neil Gaiman, Allan Heinberg y David S. Goyer llega a su final, con un broche de oro que derrocha de intensidad emocional. Ha sido una despedida muy poética, plagada del simbolismo y los paisajes oníricos a los que nos tenía acostumbrados. Y eso que todavía queda por ver el episodio especial que se estrenará el 31 de julio en la plataforma.

El arco narrativo comenzó siendo muy tenso al principio de la temporada, con Sueño (Tom Sturridge) enfrentándose a su pasado y reencontrándose con su hijo Orfeo. Es en este momento en el que tiene que tomar una trágica decisión: concederle la muerte que lleva milenios pidiéndole. Es un acto de misericordia y de amor, pero que al mismo tiempo rompe una regla básica de los Eternos y desata la ira de las Furias.

Y en la segunda parte de la temporada se habla de las consecuencias que tendrá este suceso. Sueño acepta voluntariamente su destino y permite que Daniel Hall, concebido dentro del Reino del Sueño, se convierta en adulto para sucederle en una fase de transición que redefine el legado del personaje.

Además, este cierre aborda el dilema moral que tiene el protagonista, que se debate entre aprender a amar desde la vulnerabilidad o compensar sus errores con su sacrificio. Y todo ello narrado a través de secuencias visualmente impresionantes y un guion muy bien calibrado, que permite combina lo simbólico y lo humano de una manera íntima y muy sorprendente. Sin duda alguna, es la despedida que la se merecía

Traición y perdón

'Sandman'

En los primeros seis episodios, Sueño parte en la búsqueda de su hermano Destrucción, pero primero debe localizar a su hijo Orfeo, que lleva siglos viviendo como una cabeza andante (sí, sin cuerpo). Orfeo le pide clemencia a su padre, rogándole que le dé una muerte digna a cambio de ayudarle y Sueño accede, derramando sangre familiar por primera vez.

Este acto despierta la ira de las Furias, conocidas también como las Benévolas, que exigen justicia por haber ido en contra de las normas. Es entonces cuando Sueño comprende que la única manera de compensarlo será sacrificándose.

Es una primera etapa en la que Morfeo se nos muestra vulnerable y emocionalmente destruido. Le vemos vemos llorar por primera vez y acepta que ha fallado como padre, aceptando la condena que le toca afrontar.

Muerte y un futuro incierto

'Sandman'

Después de esto, el último episodio es el que nos muestra el destino final de Sueño, que al haberse enfrentado a las Furias, se deja guiar por la Muerte, abrazando su trágico destino para evitar causar más dolor.

Aquí se cuenta también cómo Daniel Hall, el que era el bebé concebido dentro del reino onírico, alcanza la madurez inmediatamente tras la muerte de Sueño. Adopta el cuerpo de un adulto y asume este rol, pasando a heredar un legado delicado y que al mismo tiempo está repleto de esperanza.

Otra de las secuencias más impactantes del final será el funeral de Sueño, al que asisten sus hermanos, y algunos amigos cercanos como Lucienne, Hob Gadling y Johanna Constantine. Así se inaugura el reinado de Daniel, que comienza con algo de incertidumbre.

Cerrar los ojos por última vez

Fotograma de 'Sandman'

Aunque no haya podido disfrutarla como me hubiera gustado por culpa de las polémicas que rodean a Neil Gaiman, voy a echar mucho de menos 'Sandman'. Por su capacidad para mezclar lo mítico con lo íntimo y lo grandioso con lo profundamente humano.

Cada episodio era como un sueño lúcido, visualmente deslumbrante, lleno de diálogos poéticos y de personajes que, aunque fueran dioses o eternos, no dejaban de sentir emociones reales. Porque no era solo una serie fantástica, sino también una reflexión constante sobre cómo el poder de las historias.

'Sandman' es una de las adaptaciones más fieles y valientes que se han hecho de un cómic muy complejo. La forma en que ha sabido trasladar el tono onírico y metafísico de la obra original sin perder ni un ápice de emoción o de profundidad narrativa es un logro enorme.

Desde su cuidado en la dirección artística y la fotografía, pasando por el reparto y los cambios sutiles que han modernizado el material original, la serie ha sido un regalo para los fans del cómic y un descubrimiento para los que se acercaban a este universo por primera vez. Por eso, decirle adiós se me hará tan difícil.

Texto;  Belén Prieto                                              Foto/Via: Espinof


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