Sitges 2025 - Parte VIII


 Bienvenidos a la octava de las crónicas que iremos dedicando día tras día a la edición número 58 del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges.

 

'Bugonia' - Estamos más que acostumbrados al barroquismo sobrecargado del cine de Yorgos Lanthimos. O a que Emma Stone brille, ya sea o no a las órdenes del cineasta griego. Pero el alma de este remake de 'Salvar el planeta Tierra' es Jesse Plemons. De hecho, es Plemons quien sostiene un filme en el que tanto Lanthimos como Stone están muy contenidos. El más contenido de los cuatro que han hecho; también, curiosamente, el más hinchado, superficial, laxo... falso y vacío. 'Bugonía' carece de un conflicto real, en una exagerada comedia negra a cuyo propósito satírico cuesta encontrarle credibilidad o autenticidad. Tanto como a un político twittero. Ese final tan complacedor y obvio sella la impresión de ser una obra de cámara falsamente aguerrida e hiperbólica que si bien parece lo da todo, apenas sí está esforzándose en dejar huella. ******

 

'Drácula' - El otro día decía que el 'Drácula' de Luc Besson era "una versión más de un déjà vu". La apreciable "pero innecesaria sombra de un mejor (o más bonito) recuerdo". El de Radu Jude por descontado no lo es, siendo "una versión" totalmente reconocible, particular, inconfundible... y ajena al original de Bram Stoker. También al sentido común. Una sátira episódica, gratuita y tontorrona sobre el mito de Drácula que podría pasar por un especial temático de 'La hora Chanante'. Un largo y muy agotador especial temático (con tacos, desnudos y mucha IA) de casi tres horas de metraje. La broma podría tener un pase, incluso llegar a colar de durar la mitad. Pero son casi tres putas horas de sketches que pretenden ser graciosos, transgresoros y/o provocadores. Y no. Teta, culo, pis. Uno, sencillamente, acaba hasta la polla de su zafiedad. ***** 

 

'Hi-Five' - Cinco personas adquieren distintos superpoderes gracias a los órganos de un misterioso donante... y acabarán enfrentándose contra el sexto receptor, líder de una secta con ansias de poder. Clásica comedia de acción oriental, tan atropellada como histérica, sobreactuada y repleta de efectos digitales de muy dudosa credibilidad. Recuerda, precisamente, a las de Stephen Chow por esta desmedida confianza en un CGI que dista de ser tan preciso y comiquero como en, no sé, 'Scott Pilgrim contra el mundo'. Y eso que han pasado lo menos 15 años. Tan pasada de vueltas como suele ser la costumbre en el cine comercial de la zona, 'Hi-Five' no destaca por su extremo cuidado, sino por intentar apabullar con una historia repleta de estímulos que a la mínima que puede se lanza -con simpatía- a la yugular del espectador. ******

 

'Redux Redux' - Una mujer se dedica a viajar de un universo a otro para matar una y otra vez al asesino de su hija. Los hermanos McManus presentan una nueva vuelta de tuerca al tema del multiverso con este thriller dramático de indudable sabor indie. Incluso Jim Cummings tiene un pequeño papel, en una película que de hecho recuerda vagamente a las de Moorhead & Benson. Pero sin la ambición temática o conceptual de aquellas. Es más, da la impresión de que 'Redux Redux' siquiera se divierte con una premisa que explota con solemnidad y cierta gravedad, algo que lastra un filme al que sin sentido del humor cuesta poco verle las trampas. Una propuesta interesante sobre el papel, pero poco juguetona en la práctica que parece conformarse con la empatía complaciente de una estimulante premisa poco afilada. ******

 

'Tristes Tropiques' - Park Hoon-jung, responsable de 'El bastardo', regresa con este nuevo enrevesado, violento y muy entretenido thriller "Made in Korea". Más allá de su argumento, una de coreanos matándose entre ellos. Aunque lo que realmente plantea 'Tristes Tropiques' no son escenas de acción, sino auténticas carnicerias. No hay una sola escena de acción, y hay unas cuantas que no acabe en matanza. Escenas muy directas y contundentes, no especialmente brillantes pero que cumplen con la función de alimentar una historia cuyo final, en verdad, nos acaba dando un poco igual. Porque al final, y dado el gusto del cine oriental por subrayarlo todo y no dejar cabos sueltos, nos quedaremos sólo con lo evidente: Unos breves y concisos tiroteos que destacan por su sanguinolencia. Su eficiente, efectiva y efervescente sanguinolencia.  *******

 

Continuará...

Por Juan Pairet Iglesias

Via: El séptimo arte

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